El crecimiento de la población latina en Estados Unidos está bien documentado y sabemos que seguirá en expansión. Esta realidad brindará oportunidades de crecimiento para muchas industrias, notablemente en el sector de alimentos y bebidas. Mientras que la mira está puesta sobre las oportunidades con productos étnicos y muchas categorías de abarrotes, relativamente poco se comenta respecto al mercado del vino, que según Wines & Vines, generó ventas de $62,700 millones en 2017.
Vitis Vinifera importada por españoles
No estaríamos exagerando al afirmar que, como hispano-estadounidenses, llevamos el “vino en la sangre”. Para España, siendo un país mediterráneo con influencias Greco-Romanas que abarcan casi dos mil años, el vino fue y aun hoy, es una parte intrínseca de la cultura. Actualmente, España es el tercer país de producción de vino en el mundo.
Otro hecho histórico que liga el vino con los hispanos es que la primera variedad de uvas (vitis vinífera) que llegó a Norte América (Nuevo México y Tejas) en el siglo 16, provino de España, vía México. Esta variedad de uvas llamada la “Mónica” fue sembrada por los Franciscanos, la orden religiosa. El Fray Junípero Serra introdujo esta primera variedad de uvas de vino a California en 1769.
Hispanos en EUU: potencial para descorchar más vino
Parece ser que los latinos en este país están redescubriendo sus raíces con los vinos. Tomando en cuenta el crecimiento demográfico previsto, según estudios de investigación de Rabobank, banco agroindustrial global en conjunto con el Wine Institute, se estima que para el año 2033 los latinos pudieran comprar 96.5 millones de cajas de vino. (La caja incluye 12 botellas de 750 ml).
El reporte indica que este crecimiento impulsado por los hispanos pudiera representar hasta un 40% del crecimiento total del consumo de la categoría durante el periodo que abarca 2013 – 2033.
«Si las bodegas de los Estados Unidos pueden desarrollar estrategias que afecten positivamente la tasa de consumo de vino entre los hispanos en Estados Unidos, esas estrategias tendrán beneficios positivos y de gran alcance, también en otros mercados de Latinoamérica», según afirma el analista de la industria del vino de Rabobank, Stephen Rannekleiv.
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Viva la vid
El mercado hispano en Estados Unidos revela características que apuntan a un despegue en cuanto al consumo de vino. Al crecimiento de la población latina, se le puede agregar mejoras en los niveles de ingresos y de educación.
Para atraer el segmento hispano a los vinos, las empresas tendrán que entender mejor los valores familiares, sociales y los gustos culinarios según un artículo publicado por Natalia Velikova y Tim Dodd en la revista Wine Business Monthly. Ellos agregan que el segmento de los “Millennials” latinos tienen un gran potencial para promover el consumo de vinos no solo entre ellos sino también, con los parientes mayores.
La industria dedicada al vino hace bien en reconocer la herencia del vino de los hispanos, conocer más a fondo su cultura y dedicar los recursos necesarios para desarrollar las oportunidades existentes. ¡Salud!