A medida que vamos avanzando en el Siglo 21, el retail de por sí también está evolucionando a pasos de gigante. Los enormes supermercados multicanal de hace unos años, ahora han dado paso a las tiendas mucho más pequeñas y cómodas para nuestros clientes.
Hemos pasado de gestionar espacios para sus compras quincenales o mensuales, a disponer de una oferta de proximidad donde nuestros clientes realizan sus compras diarias.
En los nuevos formatos de las tiendas, más prácticos y cómodos además de eficientes, todos tenemos en común la variedad de surtido en las áreas de productos de alimentación, limpieza, higiene personal, cada uno en sus respectivos canales (si es una cadena generalista, de mercado latino, etc).
En estas secciones con tener establecido una buena política de precios, apostando por precios siempre bajos o por ser agresivo en especiales de ofertas periódicas, también coincidiremos muchas veces con nuestra competencia.
De esta forma, viendo como el mercado en general está con estándares muy parecidos, una de las áreas por las que el cliente tomará la decisión definitiva de acudir a nuestro establecimiento o por el contrario a las tiendas de la competencia, será sin lugar a dudas el área de productos frescos.
Podremos tener el mejor surtido de toda la ciudad, los mejores precios… pero si los productos frescos que ofrecemos a nuestros clientes no llegan a unos mínimos de presentación y calidad, estaremos perdiendo la batalla de la competitividad.
Empezando por las frutas y vegetales, la frescura, presentación y color de los productos deben estar asegurados 100% desde el horario de apertura hasta el cierre y para cumplir esto debemos de gestionar la planificación de compras de manera correcta, trabajando los históricos de ventas de las semanas anteriores con la finalidad de no tener ni faltantes ni sobrantes y realizando una buena filtración de los productos que se compran.
Las áreas de producción de pan, carnes, pescados y delicatessen de las tiendas también son las más sensibles de los productos frescos y deben de gestionarse con unos planes de producción diarios de una exactitud casi científica.
Cada líder de estas áreas tiene la responsabilidad de preparar la producción correcta de acuerdo con la data histórica de consumos, así como del seguimiento a los cumplimientos de los presupuestos de ventas que tiene la empresa.
Los productos frescos en las tiendas influencian a los clientes
Por último, la elección de los proveedores de productos frescos influirá de forma determinante en nuestros objetivos.
Los proveedores de productos frescos deben ser como nuestros socios estratégicos donde podamos participar también en su día a día en las plantas productoras, inspeccionando y asegurando la calidad y la frescura de los productos que luego van a llegar a nuestras tiendas.
En resumen, debemos tomar en cuenta que con todo el mercado de los supermercados cada vez más competitivo y globalizado, con las marcas más conocidas ocupando también el protagonismo en los pasillos de las tiendas, no es ninguna exageración afirmar que el secreto de nuestro éxito estará en la calidad, frescura y presentación de los productos frescos.