El producto es el conjunto de atributos tangibles e intangibles bajo una forma física que el consumidor adquiere para satisfacer una necesidad específica. En esta primera parte de una serie de dos artículos nos enfocamos en la importancia de los atributos físicos que denominamos como las 4E: Envase, Empaque, Etiqueta y Embalaje.
El segundo aspecto se relaciona con la presentación física del producto: color, tipografía, esquema gráfico, formas ergonómicas, diseño de empaque y envase, etc., en otras palabras, son el vestido del producto, características indispensables para llegue “bien presentado” a las góndolas de exhibición.
Basta que cambie uno solo de estos atributos para que el producto sea percibido como uno diferente.
Funciones de las 4E
Las funciones primordiales de las 4E (Envase, Empaque, Etiquetado y Embalaje) son: conservar, proteger e identificar las mercancías en todo el proceso de almacenaje transporte y distribución.
Para que esto se cumpla es necesario seguir con rigurosidad los procedimientos básicos de acondicionamiento, presentación, manipulación, almacenamiento y transporte de las mercancías en condiciones adecuadas a los centros de acopio, hasta llegar a manos del consumidor.
Por otro lado, las 4E cumplen tareas específicas en el comercio que facilitan el intercambio, la distribución y la seguridad para el consumidor.
Los principales objetivos son:
- Protección del producto contra alteraciones que puedan afectar sus características físicas de frescura, sabor, color y textura.
- Comodidad de almacenamiento y distribución, lo que facilita el control de inventarios, manipulación y transporte.
- Llevar la información necesaria sobre indicaciones de uso, ingredientes y composición del producto.
La importancia del diseño del producto
Las exigencias del mundo moderno indican que el diseño del empaque y el envase se deben centrar en la construcción de la marca y no en una simple solución gráfica, como fue la costumbre antes de la globalización de los mercados.
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El empaque y el envase como unas herramientas de la personalidad de marca y como motivadores en los hábitos de los consumidores, deben ser la premisa a tener en cuenta a la hora de emprender el proyecto de diseño.
Para desarrollar el empaque, el diseñador debe tener en cuenta a información que la empresa suministra respecto al producto y la experiencia que ha venido acumulando a través del tiempo.
Se deben valorar los aspectos comerciales, el consumidor, los canales de distribución y los antecedentes en la comercialización de productos similares.
De igual forma se debe contemplar las formas de distribución, tipo de almacenamiento, puntos de destino y transporte utilizado.
El diseño de los empaques y/o envases del producto tiene una doble circunstancia: diseño estructural y diseño gráfico.
En el diseño gráfico están comprendidos los conceptos de identidad visual de la empresa, la marca y otros elementos distintivos como el color corporativo, la tipografía y los gráficos utilizado por la compañía.
La combinación de estos elementos tiene como función atraer la atención del cliente por lo cual hay que desarrollar el producto atendiendo los principios básicos del marketing.