El otro día hablaba de comida con un diseñador de modas y fue divertido pues andábamos inspirados, hablando de moda, decoración y cocina, todo a la vez. Y así terminé contándole del toque tan chic que le dan ciertos ingredientes a un plato, como él se lo da a sus diseños. Uno de mis ejemplos, fue el de la albahaca púrpura en una pizza o ensalada.
Sí, así como lo escuchas. Esa famosa hoja verde brillante, de increíble aroma y que no falta en la cocina italiana, también viene de color morado o púrpura.
La albahaca púrpura es un poco menos dulce de sabor, pero mucho más aromática, hay quienes dicen que tiene toques de especias como el clavo. Aún recuerdo la primera vez que me la llevé a la boca, fue en la ciudad de Mendoza, en Argentina y quedé enamorada.
La albahaca o basil, como se le conoce en inglés, es original de la India y hay más de 100 variedades, incluyendo varias de color púrpura. La albahaca se usa en la cocina de Italia, Grecia, en el sur de Francia, en Vietnam, Tailandia, en Argentina y Perú, por su gran influencia italiana.
Está llena de vitamina K, ayuda con la coagulación de la sangre y a fortalecer los huesos. Es tan poderosa que se usa en la medicina por sus propiedades antioxidantes y antibacterianas.
Dicen que la albahaca púrpura refuerza el sistema inmunológico, combate el envejecimiento, problemas intestinales, enfermedades de la piel y hasta el insomnio.
Cómprala fresca. Pero, cuidado que es frágil. Córtala con mucha delicadeza o utiliza sus hojas enteras. Agrégala al final de la receta para que no se marchite, ni pierda su brillantez, encantador aroma y sabor.
Tanto la verde, como la púrpura, la puedes llevar a un aderezo, en salsa para la pasta o la proteína, ensalada, arroz o risotto, salteado, guiso y hasta hay quienes la agregan a postres o al envase de aceite de oliva o vinagre para darle más aroma, color y sabor.
La albahaca púrpura ama el sol, su temporada es el verano, pero se puede cultivar todo el año, incluso dentro de una casa, con mucha luz.
Receta de pasta con judías verdes, maíz y albahaca fresca
El plato perfecto para disfrutar durante la primavera o el verano, ya sea frío o caliente. Bien sabrosa, fácil de hacer, saludable y super refrescante. Si eres vegetariano, esta pasta te va a enloquecer.
Lo que necesitas:
- 8 oz de penne o pasta farfalle
- 1/2 libra de frijoles verdes frescos, limpios, extremos cortados y cortados en 1 1/2 pulgadas de largo
- 3 mazorcas de maíz fresco (o maíz congelado si no encuentras fresco)
- 3-4 dientes de ajo frescos, picados bien peq.
- 1 taza de tomates cherry, cortados a la mitad
- 10-12 hojas grandes de albahaca fresca, picada
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- Queso fresco (opcional)
Lo que tienes que hacer:
- En una olla mediana con agua hirviendo, agrega suficiente sal, la pasta y cocínala hasta que esté al dente. Luego escurre y deja la pasta a un lado.
- Mientras, limpia el maíz, quitando la cáscara externa verde y los hilos que la cubren. Corta cada maíz por la mitad y hervirlos en una olla mediana con una pizca de sal por 5-7 minutos. Luego los retiras del agua y con un cuchillo retira los granos con cuidado. Luego los dejas a un lado.
- En otra olla a temperatura media alta, añade el aceite de oliva y saltea las judías verdes por 2-3 minutos. Añade sal, pimienta, ajo y reduce la temperatura a media para que el ajo no se queme.
- Agrega el maíz, mezcla bien y cocina por 2-3 minutos. Añade los tomates y revuelve durante 1 minuto.
- Echa la pasta cocida, reduce la temperatura a mínimo, agrega una pizca más de sal y pimienta si es necesario, revuelve bien y cocina por 3 minutos hasta que todos los sabores se combinen.
- Añade la albahaca, pizca de queso (opcional) y sirve inmediatamente. Si la vas a disfrutar fría, llévala a la nevera y agrega el queso y la albahaca antes de servir.
Doreen Colondres es celebrity chef. Autora del libro La Cocina No Muerde. Síguela en Facebook e Instagram @DoreenColondres y visita www.LaCocinaNoMuerde.com , www.TheKitchenDoesntBite.com o adquiere su libro en Amazon o Itunes.