Más de 20 agremiaciones relacionadas con el sector agrícola y de alimentos le expresaron al gobierno federal su preocupación por el deterioro de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México debido a recientes acciones del vecino país que están perjudicando a los agricultores y granjeros en EEUU.
La American Farm Bureau Federation, junto a otras 26 organizaciones, dirigió una carta al secretario de Agricultura Tom Vilsack y a la Representante de Comercio de EEUU, Katherine Tai, sobre las relaciones comerciales entre Estados Unidos y México.
Las asociaciones firmantes, que representan una gran parte del sector agroalimentario, son responsables de aproximadamente una quinta parte de la actividad económica del país, apoyando directamente a más de 23 millones de puestos de trabajo, lo que constituye casi el 15% del empleo total en Estados Unidos.
En la carta dirigida al Secretario de Agricultura y a la Representante de Comercio, reconocen que México es uno de los socios comerciales más importantes de Estados Unidos en materia de alimentación y agricultura. El TLCAN ha aportado grandes beneficios a ambos países y el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) promete aprovechar esos beneficios en las relaciones comerciales.
Sin embargo, advierten que “las relaciones comerciales agroalimentarias con México han decaído notablemente, una tendencia que la implementación del USMCA no ha revertido”.
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Zippy Duvall, presidente de la American Farm Bureau Federation, dijo que «la AFBF está extremadamente preocupada por el rápido deterioro de las relaciones comerciales entre los Estados Unidos y nuestros vecinos del sur. Construimos fuertes lazos comerciales con México a través del TLCAN y los mejoramos con el USMCA, pero las recientes medidas de México para limitar las importaciones estadounidenses y subestimar los precios en los Estados Unidos ponen a los agricultores y ganaderos de Estados Unidos en una desventaja competitiva”.
«Instamos al Secretario Vilsack y a la Embajadora Tai a comprometerse con México y a hacer cumplir los acuerdos entre nuestros dos países para garantizar que los agricultores tengan igualdad de condiciones y continúen liderando el mundo en la producción de alimentos seguros y asequibles,» agregó Duvall en un comunicado de prensa.
Las asociaciones agroalimentarias destacaron ocho áreas principales que consideran preocupantes en las relaciones comerciales entre los dos países y sobre las cuales el gobierno estadounidense debe actuar:
- Prohibición del glifosato/maíz transgénico: El 31 de diciembre de 2020, el gobierno mexicano emitió un Decreto Presidencial en el que se declara la intención de eliminar el uso de glifosato y el uso de maíz genéticamente modificado (GM) para el consumo humano.
- Obstáculos crecientes al comercio de productos lácteos: El mercado de exportación número uno de la industria láctea estadounidense se ha vuelto cada vez más volátil, con múltiples desarrollos normativos y políticos que crean repetidos cambios en las relaciones comerciales y la perspectiva de barreras comerciales adicionales.
- Requisito de Certificación de Exportación Orgánica: El 16 de diciembre de 2020, la Asociación de Comercio Orgánico fue informada por una agencia certificadora orgánica acreditada de Estados Unidos que la Agencia de Salud, Inocuidad y Calidad Alimentaria de México (SENASICA) comenzaría a requerir que todas las exportaciones orgánicas de Estados Unidos a México se certifiquen según las normas orgánicas de México (Ley de Producto Orgánico – LPO) a más tardar el 28 de diciembre de 2020.
- Desprestigio de los productos de maíz: En el último año, en violación de sus obligaciones comerciales, México ha emprendido una campaña de desprestigio de los edulcorantes de maíz de EEUU patrocinada por el Estado.
- Aprobación de biotecnología: Más allá del Decreto, el Gobierno de México ha creado una importante incertidumbre para la biotecnología agrícola, dejando de revisar y aprobar cualquier solicitud de biotecnología desde mayo de 2018.
- Acceso al mercado de la industria cárnica e indicaciones geográficas: Están particularmente preocupados por las políticas que podrían dar lugar a represalias contra las exportaciones de carne y aves de corral de Estados Unidos a México, u otras barreras onerosas que restringirían indebidamente el comercio, costarían una cuota de mercado duramente ganada y pondrían en peligro los empleos y el sustento de los trabajadores de la industria cárnica y avícola estadounidense.
- Prohibición de la importación de patatas: En 2002, los gobiernos de Estados Unidos y México anunciaron que ambas partes resolverían dos problemas de acceso al mercado que venían de tiempo atrás: Estados Unidos acordó ampliar el acceso al mercado de los aguacates mexicanos y México acordó abrir su mercado a las patatas frescas de Estados Unidos. En la actualidad, Estados Unidos importa aguacates mexicanos por valor de $2,000 millones, mientras que México sigue cerrado casi por completo a las patatas frescas estadounidenses.
- Etiquetado frontal (NOM-051): Están profundamente preocupados por las nuevas medidas de etiquetado de alimentos en México. El impacto de estas medidas, que en ciertas áreas parecen carecer de una base científica sólida, se ve exacerbado por una campaña gubernamental en México para restringir las importaciones de alimentos y productos agrícolas de Estados Unidos, atacando la reputación de los productos importados, tachándolos de perjudiciales para la salud de los consumidores mexicanos.