Cerca de 1,000 supermercados independientes se unieron en una carta instando al Congreso a apoyar la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito de 2022, una legislación que inyectaría la tan necesaria competencia en el mercado de procesamiento de las tarjetas de crédito.
La National Grocers Association dijo en un comunicado de prensa que la legislación está patrocinada por los senadores Dick Durbin (D-IL) y Roger Marshall (R-KS) y permite a los comerciantes elegir entre dos redes no afiliadas para procesar las transacciones de tarjetas de crédito.
La carta fue firmada por cerca de 1,000 miembros de la NGA y fue enviada a todos los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado por la Coalición de Pagos para Comerciantes, de la que la NGA es miembro fundador. En ella se pide a los legisladores que copatrocinen la S. 4674, la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito, para ayudar a mejorar la probabilidad de que el proyecto de ley sea considerado por el Congreso y se convierta en ley.
«La carta representa un llamamiento rotundo del sector de los supermercados independientes de que las reformas concernientes a las tarjetas de crédito están pendientes desde hace mucho tiempo. Para muchos de nuestros miembros, las comisiones asociadas a la aceptación de tarjetas de crédito son uno de los costos más elevados de su actividad», dijo el presidente y CEO de la NGA, Greg Ferrara. «Además del impacto directo que estas ‘comisiones por uso’ tienen en las operaciones de los supermercados independientes, también aumentan los costos de los alimentos y otros productos en un momento en el que los estadounidenses ya se están tambaleando por un nivel de inflación no visto en una generación».
Las comisiones de las tarjetas de crédito y débito se han duplicado con creces en la última década, y sólo el año pasado se dispararon un 25% hasta alcanzar la cifra récord de $137,800 millones. Son el mayor costo de explotación de los comercios, después de la mano de obra, e hicieron subir los precios al consumidor en unos $900 al año para la familia promedio el año pasado.
Visa y Mastercard, que controlan más del 80% del mercado de las tarjetas de crédito, fijan de forma centralizada las comisiones por uso que cobran los bancos que emiten tarjetas bajo sus marcas y esos bancos no compiten entre sí en cuanto a precios. Además, restringen el procesamiento a sus propias redes, lo que prohíbe la competencia de otras redes que pueden ofrecer comisiones más bajas y mayor seguridad, y da lugar a las comisiones por pase más altas del mundo industrializado.
Por su parte, la Merchants Payments Coalition (Coalición de Pagos para Comerciantes), dijo que había enviado dos cartas, firmadas por 1,668 empresas y 231 asociaciones comerciales, a todos los miembros de la Cámara de Representantes y del Senado.
En las dos cartas se solicita a los legisladores que copatrocinen o apoyen la S. 4674, la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito, presentada en julio por Durbin, demócrata de Illinois, y Marshall, republicano de Kansas. Entre los firmantes figuran minoristas, tiendas de alimentación, tiendas de conveniencia, gasolineras, restaurantes, hoteles y una amplia variedad de otros comerciantes de todos los tamaños, junto con asociaciones que representan a los mismos sectores.
«La Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito supondría un alivio muy necesario para los minoristas y los consumidores estadounidenses al exigir simplemente que Visa y Mastercard compitan con otras redes por el negocio de los comerciantes y los bancos», señalan las empresas en la carta.
«Aunque esta legislación beneficiaría a todos los comercios, son los pequeños minoristas los que reclaman la reforma de las comisiones por uso de tarjetas más que cualquier otro segmento de nuestra industria. Los pequeños comerciantes tienen los márgenes de beneficio más estrechos y menos recursos y son los más afectados por los continuos e injustificados aumentos de las comisiones por uso», agregan las empresas.
La legislación exigiría que las tarjetas de crédito emitidas por los mayores bancos del país pudieran procesarse a través de al menos dos redes no afiliadas: Visa o Mastercard más una red como NYCE, Star o Shazam.
Las redes nacionales de tarjetas de crédito, como American Express o Discover, también podrían ser la segunda red, pero no las redes apoyadas por gobiernos extranjeros, como la china UnionPay. Los bancos decidirían qué dos redes habilitar en una tarjeta y luego los comercios podrían elegir cuál de las dos utilizar cuando se realice una transacción. Eso significa que las redes tendrían que competir para ofrecer el mejor precio, seguridad y servicio.