La Costeña celebra 100 años de sabor auténtico

Hace 100 años don Vicente López Resines comenzó a envasar chiles serranos en vinagre para venderlos en su tienda La Costeña. Por su sabor y calidad comenzaron a tener una gran demanda que sobrepasó el vecindario de Tlatelolco, hacia todo México y un siglo después, los productos de La Costeña® se encuentran en 62 países, tan auténticos como el día que por primera vez don Vicente los comenzó a vender.

Para celebrar su primer centenario, la Revista Abasto entrevistó a Rafael Celorio, director general de La Costeña®, quien habló sobre la exitosa historia de la compañía mexicana, su increíble crecimiento a nivel global y su expansión hacia Estados Unidos a través de la empresa Vilore.

Revista Abasto: La Costeña® celebra este año un siglo de su fundación. ¿Quién era don Vicente López Resines y cómo comenzó la historia de La Costeña®?

Rafael Celorio: Don Vicente López fue un empresario mexicano con una gran visión y dedicado al trabajo. En 1923, don Vicente desde joven trabajó en una tienda de abarrotes con el nombre «La Costeña» en las inmediaciones de la zona centro de la Ciudad de México, Tlatelolco, vendiendo chiles serranos en vinagre envasados en vitroleros, los cuales fueron muy populares y dieron el inicio del gran recorrido de la historia de La Costeña® que conocemos hoy en día.

RA: ¿Por qué se hicieron tan populares los chiles serranos y largos en vinagre que vendía don Vicente, qué los hacía tan especiales?

RC: Gracias a su visión y perspectiva, don Vicente López se dio cuenta que los productos de temporada como frutas y verduras disminuían su precio de manera radical y de forma contraria, notó que las conservas y el vinagre mantenían un costo estándar. A partir de ese momento, don Vicente comenzó a hacer pruebas para envasar sus productos en recipientes de vidrio, como los chiles en vinagre, lo cual resultó del agrado de sus clientes y logró ampliar su oferta introduciendo en la tienda aceitunas y aceite de oliva, los cuales tuvieron un éxito inmediato. Todo un logro para la época.

RA: ¿Cómo fue el proceso de La Costeña® de comenzar vendiendo sus chiles en una tienda, a abrir su primera fábrica de latas y planta de producción?

RC: Las innovaciones que logró don Vicente López para esa época dieron grandes resultados, y a partir de 1928, La Costeña® impulsó un camino de crecimiento, que no se ha detenido.

  • Entre 1937 y 1948, don Vicente López comienza a fabricar sus propias latas y logró montar una pequeña fábrica situada en la calle Moctezuma, iniciando la consolidación de la compañía como fábrica de alimentos.
  • Entre 1951-1971, los productos de La Costeña® comienzan a llegar por primera vez a todo el país, y se inaugura una nueva planta en Ecatepec, Estado de México, con un espacio total de 40 hectáreas.
  • Entre 1986 -1991, se inaugura otra planta de producción, ahora en Guasave, Sinaloa, donde comenzamos la elaboración de las líneas de puré de tomate y vegetales.

RA: ¿La familia de don Vicente también se involucró en el negocio?

RC: La Costeña® es un negocio familiar, que, sin importar el paso del tiempo, ha logrado mantener la tradición y valores con los que don Vicente comenzó el negocio. En distintas áreas de la marca, colaboran los descendientes de nuestro fundador, trabajando por un objetivo en común: conservar y resaltar el sabor de la gastronomía mexicana.

RA: La expansión del negocio no se hizo esperar. ¿Cómo La Costeña® logró crecer hasta llevar sus conservas enlatadas a todo México y ahora en cuántos países se distribuyen sus productos?

RC: La Costeña® cuenta con múltiples centros de distribución a nivel nacional, además de tener presencia en más de 62 países, con distribuidoras en Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia, lo que nos permite estar en países como Australia, Nueva Zelanda, China, Japón, y países de Europa, Centro y Sudamérica. Además, en total hay más de 25 almacenes de distribución en la República Mexicana, para consolidar envíos de múltiples productos.

El sistema de logística tiene cientos de rutas y unidades, las cuales cuentan con un sistema de ruteo llamado NEUS, que permite rastrear todas las unidades y asegurar el traslado de sus productos en tiempo y forma.

En La Costeña® nos afianzamos como una compañía en constante crecimiento, que ha ampliado sus alcances internacionalmente, y hoy en día contamos con una presencia significativa en Estados Unidos, que es nuestro segundo principal mercado. Además, la oferta de productos ha escalado a más de 400, con 19 diferentes líneas de producción totalmente automatizadas.

La Costeña

RA: ¿Actualmente cuántas personas trabajan en La Costeña® y cuántas plantas de producción tienen en México y otras partes del mundo?

RC: Lo que comenzó con la labor de un solo hombre, don Vicente López, ahora ha crecido a más de 4,500 empleos directos, y una buena cantidad de empleos indirectos, donde La Costeña® mantiene un trato siempre digno con sus colaboradores, buscando que las personas estén contentas, a gusto con su trabajo y apoyándolos en su crecimiento.

Orgullosamente, La Costeña® cuenta con seis plantas, tres de ellas ubicadas en territorio nacional, Ecatepec, Sinaloa y San Luis Potosí, dos en Estados Unidos y una Chile.

RA: Durante cien años La Costeña® ha logrado mantenerse relevante entre los consumidores, ¿Qué los hace diferentes a otras marcas que hay en el mercado?

RC: El mantenemos como una marca accesible, sin perder la calidad y el sabor, han sido clave para diferenciarnos del resto de opciones. En La Costeña®, además de elaborar nuestros productos con ingredientes locales, frescos y naturales bajo los estándares más altos de calidad, que conservan los nutrientes y el sabor tradicional que los caracteriza, trabajamos por y para la gente manteniendo un gran carácter social, ético y responsable que nos distingue como empresa, y eso también lo ven nuestros consumidores.

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RA: ¿Cuál es la producción anual de los chiles jalapeños enlatados de La Costeña® y qué otros productos ofrecen?

RC: Hasta el momento contamos con 400 productos que conforman nuestro portafolio, entre ellos: frijoles, salsas, vegetales, puré, catsup, pozole, vinagre, dulces, frutas, mole, aderezos, mayonesa, tamales, entre otros, los cuales están elaborados con ingredientes frescos y bajo los más altos estándares de calidad para preservar y enaltecer la invaluable herencia de la gastronomía mexicana.

Respecto a la producción anual de los chiles jalapeños, oscila en alrededor de más de 1,200 toneladas diarias de chiles jalapeños.

RA: ¿Cómo ha sido el proceso de implementación de tecnología y automatización en la producción de sus alimentos envasados?

RC: Uno de los principales objetivos que La Costeña® ha tenido desde un inicio, es crear diferentes formas de llevar los sabores favoritos de los consumidores a sus mesas, siempre brindando calidad y practicidad. Es por esto que, a lo largo de la historia, hemos ido mejorando estos procesos.

RA: ¿Cuándo comenzó la exportación de los productos de La Costeña® a Estados Unidos?

RC: En 1975 don Vicente López decide entrar al mercado norteamericano con las primeras exportaciones de chiles y salsas hacia Estados Unidos, atendiendo así las necesidades de un mercado cada vez más numeroso: el hispano. Debido a la importancia creciente del mercado estadounidense, Vilore se forma con el enfoque estratégico de operar como extensión de La Costeña® y cumplir con establecer una red de distribución nacional, permitiendo expansión de la marca en EEUU.

La formación de Vilore se realiza de forma conjunta entre don Vicente y colaboradores clave en EEUU. Al conocer la cultura operativa empresarial de La Costeña®, la visión de don Vicente y el comportamiento y potencial del mercado estadounidense, los fundadores de Vilore iniciaron la operación en 1982 y honorando a don Vicente López Resines, establecen el nombre de la empresa al unir las primeras dos letras del nombre y apellidos de don Vicente Lopez Resines.

RA: ¿Cómo se inició esta relación de negocios y de qué manera Vilore ha logrado posicionar a La Costeña® como favorito entre los consumidores hispanos y además en el mercado anglo?

RC: La infraestructura y evolución operativa de Vilore ha permitido la ampliación, disponibilidad y visibilidad de los múltiples productos de La Costeña® ante el consumidor en busca de productos auténticamente mexicanos. El mercado hispano, así como el mercado general se han visto favorecidos por este acceso a los mismos y han hecho los productos de La Costeña®, sus favoritos. Su sabor tradicional, la excelente calidad y precios accesibles, seguirán atrayendo a los consumidores de herencia hispana, así como de diversas nacionalidades.

RA: ¿Cuál es el mensaje de Vilore sobre la celebración del primer siglo de La Costeña®?

RC: Vilore está sumamente orgulloso de ser parte de la historia de La Costeña®, una empresa sólida en todos los sentidos, así que el sabor de México se seguirá exportando.

RA: Rafael Celorio lleva trabajando en La Costeña® 33 años y desde 2014 asumió la dirección general de la compañía. Como líder de la empresa, ¿Cuál es su mensaje en los 100 años de La Costeña® y cómo visualiza la empresa para que siga como una de las marcas de alimentos preferidas por los mexicanos en su país y en EEUU?

RC: Como director general de esta compañía, me da un enorme orgullo poder llegar a estos 100 años manteniendo la misión y visión con la que comenzó Don Vicente López.

Desde la fundación de La Costeña®, la misión ha sido llevar el sabor de México a las mesas mexicanas y a todo el mundo y continuaremos trabajando para seguir siendo una de las empresas líderes de México. Por medio de la innovación y ofreciendo a todos nuestros clientes los mejores productos, debemos continuar escuchando y atendiendo las necesidades de los consumidores, de nuestro país y de nuestro planeta.

En La Costeña® siempre tratamos de hacer mejores cosas, teniendo como inspiración la gente con la que trabajamos, y a quienes les hacemos llegar nuestro producto. El seguir enalteciendo la gastronomía mexicana, es sin duda algo con lo que seguiremos comprometidos, por lo que, esta misma visión se mantiene.

Agradecemos a las familias mexicanas por confiar en nosotros, nuestro sabor y calidad. Este primer centenario es gracias a ellos que nos eligen dentro de sus alacenas, y vamos juntos por 100 años más, apostando por México, nuestra gente y nuestra gastronomía.

Siempre buscando una visión aún más moderna y comprometida con los consumidores, la sociedad en general, también cuidando de nuestro activo más importante: los colaboradores, hombres y mujeres que han hecho de esta compañía lo que es hoy y seguirán el legado, a través del ejemplo que debemos dar cada día, bajo un marco de excelente trato, compromiso, equidad y reciprocidad.