«Algo huele mal en los mostradores de venta de pescado en los supermercados», advirtió la Oficina de la Fiscal General del Estado de Nueva York tras una investigación que duró un año, sobre un presunto fraude y etiquetado incorrecto de los productos del mar que se venden en las tiendas de comestibles de Nueva York.
Esta es la primera vez que se realiza una investigación gubernamental de importancia en EEUU para atacar el fraude de productos del mar en las cadenas de supermercados minoristas. El informe, presentado por la Fiscalía General del Estado, encontró que el etiquetado incorrecto de ciertas especies populares de peces «era rampante».
Los consumidores creen que están comprando lenguado, pargo rojo o salmón salvaje, o cualquiera de las docenas de opciones de mariscos. Pero con demasiada frecuencia, obtienen algo completamente distinto. Sin saberlo, se llevan a casa un pescado más barato, menos sostenible para el medio ambiente o menos saludable, denunció la fiscalía.
«Es una táctica de señuelo y cambio, que engaña a los consumidores y viola las leyes de protección del consumidor», afirma el informe.
Desde finales de 2017 hasta 2018, los investigadores de la Oficina de la Fiscal General compraron productos del mar en 155 supermercados en todo el estado de Nueva York, representando a 29 marcas de supermercados, apuntando a los tipos de pescado que se dividen en nueve categorías distintas.
Se enviaron muestras de los productos del mar al Ocean Genome Legacy Center, un laboratorio académico de la Northeastern University, para la identificación de las especies mediante pruebas de ADN.
La investigación de la fiscalía encontró que más de una de cada cuatro muestras de pescado compradas no se vendieron bajo un nombre de mercado reconocido por el gobierno federal para esa especie.
Aproximadamente dos tercios de las marcas de supermercados revisadas tenían al menos una instancia de presunta etiqueta incorrecta en la venta de sus productos del mar.
«Está claro que el fraude en los productos del mar no es solo una casualidad, sino que está muy extendido en Nueva York», dijo la Fiscal General Barbara D. Underwood. “Los supermercados son la última línea de defensa antes de que un pescado falso termine como una cena familiar y tienen el deber de hacer más. Sin embargo, nuestro informe deja claro que los neoyorquinos pueden ser víctimas de un etiquetado incorrecto con demasiada frecuencia».
Otros hallazgos clave de la investigación
Un pequeño grupo de marcas de supermercados fue responsable de una parte muy desproporcionada de presuntos errores de etiquetado. De las 12 cadenas con 10 o más muestras analizadas, cinco tuvieron niveles de sospecha de etiquetado incorrecto que superaron el 50%, incluidos Food Bazaar, Foodtown, Stew Leonard, Uncle Giuseppe y Western Beef.
Si bien el etiquetado incorrecto afectó a prácticamente todas las categorías de productos de mar probados, se encontró un etiquetado erróneo rampante en ciertas especies de pescado. Los resultados sugieren que los consumidores que compran lenguado, pargo rojo y mero tienen más probabilidades de recibir un pez completamente diferente.
Los sustitutos eran típicamente especies más baratas, menos deseables. Los pargos vendidos como pargo rojo, por ejemplo, tendían a venderse por la mitad del precio cuando estaban correctamente etiquetados como otro tipo de pargo.
El fraude en el etiquetado de pescado y mariscos ocurrió en la mayoría de las regiones de Nueva York, pero se presentó más en la zona sur del estado. La ciudad de Nueva York registró una tasa de etiquetado incorrecto alarmante (42.65%) en todas las muestras analizadas, con índices de etiquetado incorrecto igualmente altos en Long Island (40.63%) y una tasa ligeramente más baja en los condados de Westchester y Rockland (32.43%).
El informe advierte a los consumidores que deben estar alertas ante los precios de los tipos de pescado que parecen demasiado buenos para ser verdad, ya que pueden indicar problemas de fraude.
«Estamos tomando medidas de cumplimiento y los consumidores deben estar alertas y exigir que sus supermercados pongan a los clientes en primer lugar al tomar medidas serias para garantizar el control de calidad en sus secciones de pescadería», dijo la fiscal general Underwood.