El Encanto Products, el sueño americano de Horacio Rodríguez

A los 16 años, tan pronto se graduó de la secundaria, Horacio Rodríguez dejó su natal México y se enrumbó hacia el norte. Estaba hambriento de triunfo y dispuesto a cumplir el tan deseado sueño americano de progresar y tener un negocio exitoso. Era 1986 cuando llegó a Chicago y le tomó 17 duros años de trabajo para finalmente iniciar un negocio de importación de productos mexicanos al que bautizó Import & Export del Sur, pero años más tarde le cambió el nombre para llamarlo El Encanto Products.

Durante esos primeros 17 años, Rodríguez, como la mayoría de los inmigrantes que llegan este país, desempeñó diversos oficios, lavando platos y limpiando mesas en un restaurante; haciendo entregas de partes para vehículos y repartiendo pizza.

Pero su sueño siempre fue tener su propio negocio. Su familia era dueña de una pequeña tienda de abarrotes en el sur del estado de México y desde niño ayudaba en los oficios del negocio. Además, su padre era agricultor y comerciante así que también aprendió a cultivar la tierra y a atender el ganado.

Artículo Relacionado: 5 pilares de la cultura organizacional en el retail hispano

Esta fue su preparación para todos los retos que enfrentó para salir adelante en Estados Unidos, también motivado por el hambre de triunfo con su propio negocio que había comenzado e 2003.

“El proceso no fue fácil porque cuando empecé a importar productos de México lo hacía en mi tiempo libre del trabajo que en ese entonces era de repartidor de pizza. Por obvias razones no atendía mi negocio, así que tuve que dejar mi trabajo, que era el sostén de mi casa, sin tener los fondos necesarios para operar y dedicarme 100% al negocio que por ese entonces yo era el único empleado de mi compañía que vendía productos mexicanos a distribuidores locales en Chicago”, dijo Rodríguez.

Pasaron otros seis años hasta que finalmente en el año 2009 logró hacer la transición a ventas directas a los supermercados, decidió cambiarle el nombre a su compañía y la nombró El Encanto Products. Rodríguez vio que especialmente en zonas aledañas a Chicago, hacía falta producto nostálgico de México y Centroamérica.

Horacio Rodríguez, en el centro de distribución de El Encanto Products.

El Encanto se convirtió en la conexión entre el consumidor y sus productos nostálgicos. Ahora, la compañía tiene un centro de almacenamiento de 60,000 pies cuadrados, ubicado en La Villita, el centro de la comunidad hispana en Chicago y es un importante generador de empleos. Rodríguez le da trabajo directo a 30 personas.

Su éxito lo basa en tres puntos principales. “Primero, es tener productos de calidad. Segundo, tener constancia. Tercero, contar con una red de vendedores capacitados que atienden a los clientes en persona”. Así mismo, Rodríguez considera que su negocio se distingue sobre la competencia porque “contamos con una logística excepcional y servicio al cliente fenomenal. Se entregan los pedidos a todos nuestros clientes dentro de su negocio en los 11 estados que cubre El Encanto”.

Los productos que más vende El Encanto son los lácteos de la marca El Encanto, y alimentos centroamericanos de la marca La Siembra. También manejan todas las marcas líderes del mercado como Jumex, La Costeña, La Morena, LALA, La Moderna, San Marcos, entre otros.

Después de más de dos años de pandemia y las dificultades por las interrupciones en la cadena de suministros, Rodríguez dijo que la enseñanza que le dejó esta crisis es que “no hay forma de cómo prepararse para algo así. Tenemos que estar dispuestos al cambio inesperado”.

Y como inmigrante hispano, Horacio Rodríguez se une a la celebración del Mes de la Herencia Hispana con un mensaje para otros inmigrantes que están en busca del sueño americano y que él alcanzó con su negocio El Encanto Products.

“Primero que nada, no debes olvidar nunca tus raíces, costumbres, y tradiciones que es lo que te hace único. Siendo inmigrante en Estados Unidos las oportunidades siempre están presentes solamente hay que tener el valor de tomarlas. A la mayoría de las personas les llegan oportunidades en su vida en varias ocasiones y las dejan pasar. Por eso es muy importante poner atención a estas cosas cuando uno está interesado en abrir un negocio. En el caso mío, yo tenía el hambre del triunfo y eso me llevó a emprender en el mercado de alimentos”.