La vida de Jerry García, el ranchero, no el líder guitarrista de la banda Grateful Dead, ha girado en torno a la agricultura. Desde su juventud, ayudaba en los cultivos de vegetales y el cuidado del ganado en el rancho de sus padres en Texas y ahora, a sus 60 años, es el copropietario y vicepresidente de London Fruit, una distribuidora de frutas frescas con 40 años de existencia.
Jerry nació en Texas, pero tiene arraigada la cultura mexicana, no sólo por sus ancestros, sino porque vivió 15 años en Michoacán, donde tuvo sus cultivos de vegetales y trabajó en la comercialización de mango, convirtiéndose en un experto en la producción y distribución de esta fruta.
En una entrevista telefónica con Abasto, Jerry conversó sobre la pasión por su trabajo, su vida de ranchero y sus planes futuros en London Fruit.
“Mi hermano menor trabajaba con London Fruit y yo entonces tenía muchos amigos rancheros en México que tenían sus propios huertos de mango. Ellos me preguntaban si yo podía conseguir una empresa americana que comprara el producto y así comencé con London”, explica Jerry sobre cómo se vinculó hace 30 años a la distribuidora de frutas.
Jerry se expresa con una vitalidad que contagia y refleja cómo ha marcado su camino al éxito. Asegura que gracias a estar en el lugar indicado en el momento preciso tuvo la oportunidad de convertirse en socio de Barry London, el fundador de London Fruit que tiene su bodega muy cerca de la frontera en Pharr, Texas.
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“Como en 2004 ellos me hablaron para que me viniera de México a Texas a ayudarles aquí en la bodega. Una cosa llevó a otra y un domingo perdimos a los vendedores, entonces el lunes le dije a Barry London, lo que yo sé es trabajar y eso es lo que vamos a hacer. Entonces empecé a vender, así comenzó la historia de Jerry García con London Fruit de este lado (de la frontera). A Barry le gustó lo que yo hacía y me ofreció parte de la compañía”, dijo Jerry.
Con un toque de buen humor, agregó: “Mi hermana me dijo, el señor muy inteligente te puso las esposas de oro, ahora eres dueño y ya no te puedes ir a ningún otro lado”.
Jerry pasó de ser el gerente general a vicepresidente y copropietario de London Fruit y en un futuro no muy lejano dice que muy posiblemente se convertirá en el único dueño de la compañía porque su socio tiene planes de retirarse y venderle su parte del negocio.
Y su meta es seguir prosperando en el negocio de la distribución de mangos, limones y aguacates manteniendo la calidad en la frescura del producto que ellos manejan.
Consciente de que los tiempos cambian y es fundamental adaptarse a las nuevas tendencias, Jerry se ha preocupado por crear un equipo de trabajo de gente joven que esté familiarizado con el uso de las redes sociales para el marketing de la empresa y la comercialización de sus productos.
Los 30 años de trabajo en London Fruit le han enseñado a Jerry que algo fundamental para tener un buen negocio es la honestidad con la que siempre se debe tratar a productores y empacadores. Y ahora está empeñado en tratar de cambiar la forma como se establecen los precios de las frutas, porque los compradores, por buscar precios cada vez más bajos, están poniendo en riesgo la calidad del producto.
“Muchos supermercados tratan de comprar lo más barato posible, pero el problema es que así nadie gana y entre menos dinero reciba el productor, entonces va a tener menos dinero para cuidar la huerta y se va a tener más problemas con la calidad. Por eso la política que yo traigo ahora es que hay que cuidar a los productores”, dijo Jerry.
“A la edad que tengo yo, esa es mi meta nueva, convencer a los grandes supermercados de que hay que proteger al productor”, afirmó el ranchero y comerciante texano. De esta manera Jerry busca reafirmar lo que ya comprobó a través de su compañía, que la calidad es el mejor camino para tener éxito.