La etiqueta Made in China se destapa

La imagen de China como productora de bienes de consumo y productos de mala calidad ha venido cambiando en los últimos años. Esto se debe a la posición que el gigante asiático ha logrado conseguir en los últimos años como una de las principales economías del mundo.

En una encuesta realizada a finales de 2017 por Lightspeed y Kantar Millward Brown, China obtiene una puntuación de 6.22 sobre 10 en su imagen global, manteniendo una curva ascendente en los últimos años.

La encuesta llevada a cabo en 22 países de distintos continentes revela que la imagen de China está mejorando en los países desarrollados más que en los del tercer mundo.

En comparación con 2015, los tres países cuya puntuación subió fueron Italia con 0.5 puntos, Canadá con 0.4 y Reino Unido también con 0.4 puntos.

Para nadie es un secreto que el poder de China está en la manufactura. James Fallows, periodista de radio y corresponsal de Atlantic Monthly escribió un artículo que tituló “China makes, the world takes”, “China hace, el mundo toma”, donde evidencia ese gran poder. En ese sentido las marcas chinas están haciendo su tarea.

Según el estudio BrandZ, Chinese Global Brand Builders, marcas como Lenovo, Huawei, Alibaba y Xiaomi, entre muchas otras, están consiguiendo una notoriedad importante en los mercados internacionales, todo gracias a la construcción de marcas de calidad y un trabajo de posicionamiento estratégico al estilo de accidente, como el realizado por la consultora americana Trout & Partners, liderada en Hong Kong por Deng Delong.

“El marketing se originó en los Estados Unidos, pero el enfoque se ha desplazado hacia el Este. Con la transformación de la economía china en el mercado, la teoría del posicionamiento se volverá más importante. Trout (China) Co., Ltd., está comprometida a llevar la mejor práctica de posicionamiento estratégico global a China”, según palabras de Deng Delong, presidente de Trautant Partners & Trout China.

Huawei, la marca de telecomunicaciones que desarrolló su primer smartphone hace tan sólo cinco años, es actualmente la tercera marca más grande del sector, con una cuota de mercado del 9.4% en todo el mundo. Sólo Samsung y Apple venden más teléfonos.

El eslogan, un telegrama auditivo de gran poder

DJI, la marca de drones, tiene su sede central en Shenzhen y domina el mercado del sector, representando el 70% de todos los drones vendidos en el mundo. Youzu y Elex, dos jóvenes marcas chinas de videojuegos, siguen ganando más fans y más ingresos en los mercados extranjeros.

De hecho, las marcas con aspiraciones globales se están dando cuenta que el esfuerzo es uno de los factores clave del éxito. También se están dando cuenta que las decisiones de inversión deben estar impulsadas por entender el mercado local y además conocer los internacionales y también las actitudes de los consumidores de otras latitudes, basados en los mejores insights, sin olvidar que los deseos en este mundo se han homogenizado.

El trabajo de posicionamiento y todo lo que conlleva su aplicación en la estrategia de marca, es lo que ha roto el paradigma, permitiendo cambiar la imagen negativa del “Made in China” hacia un concepto más positivo.

Las personas de la generación anterior tienen una percepción negativa de las marcas chinas. La actual generación de consumidores en el todo el mundo, se está volviendo gradualmente más proclive hacia los productos chinos.

De igual forma, esa percepción está funcionando en el mercado interno ya que las marcas chinas también son las preferidas dentro de la propia China, cuya propuesta principal es combinar la innovación con la relación calidad-precio, una receta especialmente atractiva para los jóvenes y opuesta al concepto de mala calidad con el cual se conoció el “Made in China”. La hora de voltear la página llegó.