Siempre me pregunté cuáles serían las recetas que se preparaban en los tiempos de Jesús y la Biblia. Así que recientemente acepté un viaje a la espectacular tierra de Israel para responder a mi curiosidad.
La historia de la Biblia comienza con el acto de comer. Adán y Eva lo demuestran con la fruta prohibida en el Jardín del Edén. Pero en el transcurso de las historias, se habla de ciertos alimentos, no solamente para nutrir el cuerpo, pero también como elemento de santidad (Gen. 18:6-7), cenas para cerrar pactos difíciles (Gen. 31:54), e incluso cenas de chantajes, como cuando Jacob le sirvió a su hermano Esaú, un guiso de lentejas rojas, descrito como potaje, a cambio de que le otorgara la herencia de la familia (Gen. 25:30).
Los ingredientes que más se mencionan en la Biblia son: los higos, granadina, el pescado fresco del mar de Galilea y el Mediterráneo, los dátiles, el trigo, las almendras, la miel, el laurel, el cilantro, el azafrán, la menta, la cebada, la salvia, el comino, el melón, las uvas, las cabras, el sésamo, la leche y el queso, los panes con frutos secos, la sal del mar muerto y hasta un pan llamado en hebreo kikar, que se refería a un pan redondo, que se cree era una tipo de pan pita (Exodus 29:23), entre otros.
También se menciona el uso de la comida para solucionar problemas. Como cuando Abigail trató de resolver una discusión entre su esposo Nabal y David. Abigail salió en tiempo récord a comprar vino, cientos de panes, tortas con higo y carne para hacer una cena diplomática, calmar la situación y no perder su vida y la de su esposo (Samuel 25:18).
Además de los ingredientes, en la Biblia se habla del ayuno, de los sacrificios durante la Pascua y del simbolismo de mucho de estos ingredientes. Por ejemplo, el pan, era llamado el alimento de los reyes e incluso se menciona como plato principaly hasta se habla del valor de la mujer que estaba todo el día ocupada haciendo pan, aunque no se lo comiera (Prov. 31:27).
El aceite de oliva se menciona una y otra vez. Tanto el campo de árboles de olivo, sus hojas, sus frutos y el proceso del prensado del fruto, hasta se asocia con elementos de positivismo, de luz, de paz, de alegría y hasta como remedio para la salud (Isa. 1:6, Lucas 10:34).
Mientras que el vino, por suerte, se describe en la Biblia como una bebida que hace la vida feliz (Eccl. 10:19) y alegra el corazón (Ps. 104:15). Israel tiene la bendición de compartir climas como los de Grecia, Italia, Francia y California, por lo que la calidad de sus vinos, hasta el día de hoy, sigue siendo excelente. Probé muchos que me robaron el corazón, entre ellos: Dalton Estates de Galilea y Clos de Gat, de la región de Judea.
Una de las mejores cenas que he tenido en mi vida, fue con el grandioso Chef Moshe Basson, en su restaurante Eucalyptus en Jerusalem. Este apasionado Chef te hará vivir toda cantidad de emociones, en una cena de degustación inspirada en los ingredientes de la Biblia. Su restaurante estilo farm to table fue una experiencia simplemente memorable.
La cultura de trabajar la tierra, una buena receta con productos frescos y el acto de ir a la mesa y disfrutar de la cena, como símbolo de amor y paz, es algo que Jesús también quiere que aprendamos de él.
Doreen Colondres es celebrity chef. Autora del libro La Cocina No Muerde. Síguela en Facebook e Instagram @DoreenColondres y visita www.LaCocinaNoMuerde.com , www.TheKitchenDoesntBite.com o adquiere su libro en Amazon o Itunes.