Revelan el hábito de consumir snacks entre hispanos

Cargill ha revelado las conclusiones clave de un nuevo estudio sobre el consumo de snacks, en el que se destaca el papel dominante que desempeña este hábito en la dieta estadounidense, incluyendo los resultados entre los hispanos. El estudio revela que, mientras que algunos segmentos de consumidores dan prioridad a la nutrición a la hora de elegir sus snacks, otros se dejan llevar por su estilo de vida y sus necesidades emocionales.

En una entrevista exclusiva para Abasto Media durante la Sweet and Snacks Expo 2025 en Indianápolis, Jana Mauck, directora sénior de marketing de Snacks y Cereales de Cargill, compartió información relacionada con los hispanos a partir de un nuevo estudio sobre el consumo de snacks.

Realizado en noviembre de 2024, Cargill encuestó a más de 4400 consumidores estadounidenses, incluidos adolescentes y adultos, para descubrir el porqué de las elecciones de snacks, no solo el qué. Centrándose en el lado convencional de los snacks, la encuesta descubrió tres perfiles básicos de consumidores: los que lo hacen sin remordimientos, los que comen por impulso y los que comen por razones emocionales.

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Jana Mauck, directora sénior de marketing de Snacks y Cereales de Cargill

Según Mauck, el estudio reveló que más del 90% de los consumidores consumen snacks al menos una vez al día, y casi el 60% lo hace dos o más veces al día. El estudio profundizó en los motivos que impulsan estas elecciones, examinando un amplio espectro de consumidores, desde aquellos que buscan estrictamente opciones saludables hasta otros que anhelan snacks tradicionales y apetecibles.


Los snacks hispanos: un asunto familiar con sabores intensos

La investigación de Cargill profundizó en datos demográficos específicos de los consumidores, incluyendo una parte significativa de la población hispana. Este análisis centrado reveló patrones de consumo de snacks únicos y con resonancia cultural.

Un tema clave que surgió fue la naturaleza centrada en la familia de los snacks hispanos. A diferencia de algunos segmentos de consumidores más amplios, en los que las personas pueden preferir tomar snacks en solitario o en privado, para los consumidores hispanos, los snacks son con frecuencia una experiencia compartida y comunitaria. “Van a compartir más; es más una ocasión familiar cuando comen snacks”, confirmó Mauck. Este profundo énfasis en los momentos compartidos se alínea fuertemente con los valores orientados a la familia que prevalecen en la cultura hispana.

A la hora de elegir aperitivos para estas ocasiones, los sabores y las texturas son fundamentales, a menudo con una marcada preferencia por las opciones picantes y de inspiración cultural, que superan significativamente el índice de la población general. Esta “audaz exploración étnica de sabores” pone de manifiesto el deseo de experiencias vibrantes y auténticas.

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Más allá del placer: elecciones conscientes y sostenibles

Si bien el placer sigue siendo un factor importante en todos los segmentos de consumidores, el grupo demográfico hispano reveló una interesante capa de complejidad. Más allá de buscar sabores atrevidos y satisfactorios, los consumidores hispanos también muestran una fuerte preferencia por los snacks que ofrecen un propósito funcional. Buscan activamente snacks que les ayuden a aumentar la concentración o aliviar el estrés, un deseo que a menudo se asocia con opciones de snacks más saludables.

Aún más notable es que el estudio reveló una mayor conciencia y preferencia por los snacks respetuosos con el medio ambiente dentro del grupo demográfico hispano. Este dato concreto superó considerablemente el índice de la población general, lo que pone de relieve una fuerte inclinación hacia el consumo sostenible. Mauck señaló que se trataba de un hallazgo “interesante”, que indicaba que las consideraciones medioambientales desempeñan un papel más destacado en sus decisiones de consumo de snacks que en otros grupos. Esto sugiere una oportunidad potencial para que las marcas se adapten a estos valores ofreciendo opciones de snacks no solo deliciosas, sino también con un propósito y de origen sostenible.

Comedores estadounidenses de snacks: Tres segmentos clave

  • Comedores por Impulso (Impulse Munchers) satisfacen los antojos en el momento. Recurren a pequeños gustos cada vez que les dan antojos o aburrimiento. Pero no están exentos de remordimientos por sus hábitos de consumo de snacks: casi ocho de cada diez (78%) admiten sentir culpa por los snacks. Sin embargo, si bien muchos aspiran a elecciones más inteligentes, el sabor suele prevalecer.
  • Comedores Emocionales (Emotional Snackers) eligen el consuelo sobre las calorías. El consumo de snacks es una terapia emocional para este grupo, pero a menudo se hace en secreto, lejos de miradas indiscretas. Nueve de cada diez (92%) comen snacks cuando están ansiosos o estresados, el 90% reporta culpa después de excederse y el 87% desearía haber hecho elecciones de snacks más saludables. Sin embargo, a pesar de los remordimientos posteriores al snack, la nutrición a menudo se deja de lado para desestresarse después de un día difícil.
  • Comedores sin Culpa (Guiltless Grazers) comen snacks todo el día, sin remordimientos. Consideran que el consumo de snacks es una parte integral de su ritmo diario. Dos tercios comen snacks durante todo el día, y lo hacen sin culpa. El aburrimiento es un motor clave —el 80% come snacks cuando está aburrido, y el sabor importa más que la función. Los Comedores sin Culpa no dejan que las reglas dietéticas dicten su disfrute. Para este segmento, el consumo de snacks se trata de indulgencia y la culpa no tiene lugar en la mesa.