Los aranceles estadounidenses sobre $34 mil millones en bienes chinos entraron en vigor este viernes, iniciando una disputa comercial a gran escala entre las dos potencias mundiales. Pekín lo llamó la «guerra comercial más grande en la historia económica».
Los aranceles del 25%, ordenados por la Casa Blanca, entraron en vigor a primera hora del viernes afectando productos como calderas de agua, componentes de máquinas de rayos X, neumáticos de aviones y otras partes industriales, informó CNBC.
China implementó de inmediato los aranceles de represalia en su lista de bienes de $34 mil millones emitida el mes pasado, incluyendo soja, trigo, maíz, algodón, cerdo y vehículos eléctricos.
El presidente Trump amenazó con imponer aranceles adicionales del 10 por ciento sobre otros $200 mil millones en bienes chinos si Pekín continúa con sus propias tarifas de represalia.
La Federación Nacional de Minoristas (NRF) advirtió a los consumidores que las tarifas de EEUU en los productos chinos aumentarán los precios de una amplia gama de productos, destruirán puestos de trabajo y afectarán directamente el bolsillo de los consumidores.
«Con los aranceles vigentes contra China, los consumidores estadounidenses están un paso más cerca de sentir los efectos completos de una guerra comercial. Estas tarifas no servirán para proteger los empleos en EE UU, pero socavarán los beneficios de la reforma tributaria y elevarán los precios de una amplia gama de productos tan diversos como juegos de herramientas, baterías, controles remotos, memorias USB y termostatos. Y los estudiantes podrían pagar más por el mini refrigerador que necesitan en su dormitorio cuando vuelvan a la universidad este otoño», dijo Matthew Shay, presidente y director general de la NRF.
Shay exhortó a la administración a abandonar sus planes de aranceles sobre otros $200 mil millones en importaciones chinas, «lo que destruiría miles de empleos en Estados Unidos y elevaría los precios de prácticamente todo lo que se vende en nuestras tiendas».
La Federación Nacional de Minoristas es la asociación comercial minorista más grande del mundo, con sede en Washington, D.C.
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La guerra comercial afectará además a los estados que dependen de la agricultura y la manufactura. Los agricultores estadounidenses de soja envían aproximadamente el 60 por ciento de su cosecha a China.
Trump también ha desencadenado una batalla comercial con Canadá, México y la Unión Europea sobre el acero y el aluminio. La Casa Blanca también está presionando a Canadá y México para que reformen el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y trasladen la producción de autos a los Estados Unidos.
Los agricultores estadounidenses y las organizaciones de productos lácteos instaron a la administración a reconsiderar su imposición de nuevos aranceles a México porque en represalia este país impondrá el próximo mes nuevas tarifas a los quesos de fabricación estadounidense, entre otros productos.
Los aranceles adicionales de México también permitirán a la Unión Europea, que recientemente firmó un acuerdo bilateral de libre comercio con México, obtener una participación del mercado que había sido ganado con esfuerzo por las compañías lácteas estadounidenses.
Estados Unidos se convirtió en el mayor proveedor lácteo de México, con compras de queso el año pasado por un total de casi $ 400 millones.