Goya Foods celebra el espíritu emprendedor hispano

Goya Foods develó una escultura del Fundador de Goya Foods, Don Prudencio Unanue, en celebración del Mes de la Herencia Hispana en la sede de Goya Foods en Jersey City.

Goya Foods, la compañía de alimentos de propiedad hispana más grande de los Estados Unidos, primero empezó en 1936, durante la Guerra Civil Española en una pequeña tienda en Duane Street, en el Bajo Manhattan. A la edad de 18 años, Don Prudencio Unanue salió de España para Puerto Rico y allí conoció a su esposa Carolina, quien también venía de España y juntos se mudaron a la ciudad de Nueva York.

De acuerdo a un comunicado de prensa de Goya, la pareja fue impulsados por la creencia de que allí había un mercado creciente de consumidores de comida latina de alta calidad y sabor fresco, comenzaron a servir a las familias hispanas locales, mediante la distribución de productos españoles auténticos, como aceitunas, aceite de oliva y sardinas.

“El espíritu emprendedor y la visión de mercadeo de Don Prudencio, lo llevaron a crear la marca de comida latina más reconocible en los Estados Unidos, la cual, además, se convertiría en un símbolo e institución icónica para la comunidad hispana”, Goya Foods declaró en un comunicado de prensa de la empresa.

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Un día histórico para Goya Foods

Las comunidades hispanas son conocidas por comer juntas en familia y los alimentos son un pilar importante de la cultura latina. Hay muchos hispanos en los EE. UU. que han venido de su país de origen a buscar nuevas oportunidades y una nueva vida. Goya Foods afirma que la historia de la compañía y de Unanue son tanto sobre la familia y los valores, como sobre cómo lograr el sueño americano y ayudar a cultivar el paisaje culinario latino en los EE. UU.

«Hoy es un día histórico para Goya», dijeron Bob y Peter Unanue, Presidente y Vicepresidente Ejecutivo de Goya Foods, y nietos de Don Prudencio Unanue. «Para las generaciones venideras, esta escultura servirá no solo como un recordatorio del legado y la extraordinaria vida de nuestro abuelo, sino también, como muestra e inspiración para todos nosotros, de que a través del arduo trabajo y la dedicación, es posible alcanzar el Sueño Americano».

La escultura fue diseñada y creada por Maritza Hernández, una artista y escultora nacida en Cuba y radicada en Chicago.