Exceso de información nutricional en alimentos causa confusión y riesgos para la salud

Los estadounidenses se sienten abrumados por la contradictoria información nutricional que existe en los alimentos, una confusión que podría terminar afectando su salud, según la Encuesta de 2017 Sobre Alimentación y Salud de la Fundación del Consejo Internacional de Información de Alimentos.

La investigación reveló que la gran mayoría de los consumidores -ocho de cada 10 (78%)- dice que se encuentran con mucha información contradictoria sobre qué comer o evitar. Más de la mitad de ellos (56%) dice que la información contradictoria les hace dudar de las decisiones que toman.

«Una Perspectiva Saludable: Comprender los Valores de los Alimentos de los Estados Unidos», marca la 12 edición de una investigación en curso sobre las creencias y comportamientos de los estadounidenses, preparada por el Consejo Internacional de Información de Alimentos (IFIC, por sus siglas en inglés).

En el pasado, la encuesta ha encontrado que los consumidores se sienten abrumados por la abundancia de información nutricional, explicó Joseph Clayton, CEO de la Fundación IFIC. «Pero este año, estamos encontrando signos preocupantes de que el exceso de información se está traduciendo en malas decisiones sobre nuestra dieta y la salud».

Para Destacar:

  • La mayoría de los estadounidenses encuentran una gran cantidad de información contradictoria sobre qué comer y evitar. Más de la mitad dicen que esto les hace dudar sobre las decisiones que toman.

  • Aproximadamente tres cuartas partes de los consumidores dicen que confían al menos un poco en sus amigos y familiares sobre información nutricional y seguridad de los alimentos. Pero sólo el 29 por ciento en realidad tiene alta confianza en la familia o amigos como fuentes de información.

  • Los consumidores podrían estar pagando demasiado o tomando decisiones equivocadas sobre la nutrición debido a que factores no relacionados con la salud alteran drásticamente su percepción de lo que es saludable.

  • Los “baby boomers” y los estadounidenses de edad avanzada se diferencian significativamente de otras generaciones cuando se trata de actitudes y decisiones alimentarias.

Los dietistas y los profesionales de la salud están entre las fuentes más confiables, indica la encuesta, sin embargo, los consumidores están recurriendo a la ayuda de amigos y familiares para guiarse en la elección de los alimentos. Esta discrepancia – las fuentes confiables en comparación con los que amigos y familiares – se suma a la confusa información alimentaria que los consumidores enfrentan cada día.

Casi todos los consumidores (96 por ciento) buscan beneficios para la salud de lo que comen y beben (los principales beneficios son la pérdida de peso, la salud cardiovascular, la energía y la salud digestiva), pero sólo el 45 por ciento podría identificar un único alimento o nutriente asociados con esos beneficios.

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Por ejemplo, mientras que las fuentes de ácidos grasos omega-3 como el aceite de pescado pueden contribuir a la salud del corazón, sólo el 12 por ciento hizo una asociación entre ellos.

Además, mientras que la gente está interesada en obtener beneficios energéticos, menos del 5 por ciento podría nombrar a la cafeína como proveedora de esos beneficios.

¿Por qué la confusión del consumidor con la información nutricional?

La encuesta explicó que a pesar de sus mejores intenciones, las personas más cercanas podrían en realidad llevarlos por el mal camino. Paradójicamente, los consumidores dependen en gran medida de la información de individuos -familia y amigos- quienes son poco confiables.

Alrededor de tres cuartas partes de los consumidores (77%) dicen que confían en sus amigos y familiares al menos en parte, para obtener información nutricional y seguridad de los alimentos, por encima de otras fuentes, incluyendo a los profesionales de la salud, noticias e Internet.

Pero sólo el 29% en realidad tiene alta confianza en la familia o los amigos como fuentes de información, muy por detrás de fuentes tales como nutricionistas dietistas registrados, otros profesionales de la salud o la aptitud, y los sitios web relacionados con la salud.

Mientras tanto, seis de cada 10 consumidores (59%) calificaron a la familia y amigos como los que más influencian en las decisiones sobre sus patrones alimenticios o dietas. Los profesionales de la salud fueron citados por el 55% de los consumidores, mientras que todas las otras fuentes de influencia obtuvieron bajos porcentajes.

La Encuesta sobre la Alimentación y la Salud también sugiere que los consumidores podrían estar pagando demasiado o tomando decisiones equivocadas sobre la nutrición debido a factores no relacionados con la salud que alteran drásticamente nuestra percepción de lo que es saludable.

Estos factores incluyen la forma en que se presentan los alimentos (frescos, congelados, enlatados), el lugar de compra (por ejemplo, la tienda de conveniencia frente a la tienda de alimentos naturales), la extensión de la lista de ingredientes y el precio, entre otros.

Los resultados de la investigación se derivan de una encuesta en línea a 1,002 estadounidenses de edades entre 18 y 80 años, realizada del 10 de marzo al 29 de marzo de 2017.