La propuesta de aumento de aranceles de Trump, si finalmente se implementa, podría elevar significativamente el precio de los dulces y snacks en Estados Unidos. De imponerse gravámenes a las importaciones clave, los fabricantes enfrentarían mayores costos por insumos como el azúcar, el cacao, los aceites vegetales y los envases.
Expertos advierten que estas políticas comerciales, diseñadas para proteger las industrias nacionales, podrían terminar encareciendo los productos favoritos de los consumidores y elevando los costos para los fabricantes.
Según un análisis del Peterson Institute for International Economics (PIIE), los aranceles de Trump —generalizados en un 10%— afectarían directamente a bienes de consumo masivo, incluidos alimentos procesados y confitería.
“Los consumidores pagarían más por casi todo, incluidos alimentos, porque muchos de sus componentes se importan”, explicó Chad Bown, economista sénior del PIIE, en una entrevista con NPR. “La idea de que esto solo afectaría a China es falsa. Muchos países exportan ingredientes esenciales para los productos que consumimos a diario”.
Impacto de los aranceles de Trump en la cadena alimentaria
Estados Unidos depende de importaciones para producir buena parte de su oferta de snacks. El 30% del azúcar refinado proviene de países como México, Brasil y República Dominicana, según el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA). El cacao, base de todo producto con chocolate, se importa casi en su totalidad, principalmente desde Costa de Marfil y Ghana.
Por su parte, el aceite de palma y de girasol, fundamentales en frituras y botanas, llegan principalmente de Indonesia, Malasia, Ucrania y Argentina. El Global Agricultural Trade System (GATS) indica que más del 60% de los aceites vegetales utilizados en la industria alimentaria son importados.
Gravar estas importaciones mediante los aranceles de Trump podría generar incrementos de hasta 15% en el costo de producción, de acuerdo con cálculos del Food Institute en un reporte de marzo de 2024.
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Las marcas entre la espada y la pared
Ante costos más altos, los fabricantes enfrentan un dilema: reducir márgenes o subir precios. En 2022 y 2023, compañías como Mondelez, Hershey y PepsiCo ya aplicaron aumentos de precios en sus productos debido a la inflación de materias primas. Hershey, por ejemplo, elevó sus precios un 14% en promedio, según su informe financiero de cierre de 2023.
“Si se imponen más aranceles de Trump, las compañías tendrán que decidir entre reducir el volumen de producto por paquete o aumentar aún más los precios”, dijo Michael Swanson, economista jefe de Wells Fargo, en declaraciones a Reuters. “Ninguna de las opciones es buena para el consumidor”.
El mercado minorista también sufrirá
El encarecimiento de productos afectaría también al canal minorista. Tiendas como Walmart, Target y cadenas de conveniencia tendrían que justificar alzas ante clientes sensibles al precio, especialmente en momentos de inflación persistente.
Según Circana, el 87% de los consumidores estadounidenses afirma haber notado precios más altos en snacks y dulces en 2023, y un 42% dijo haber reducido su compra de estos productos por ese motivo.
Una nueva ronda de aumentos, impulsada por los aranceles de Trump, podría afectar las ventas, particularmente en segmentos de bajos ingresos, donde las compras por impulso representan una parte importante del consumo.
Así mismo, un incremento sostenido de costos debido a los aranceles, podría derivar en recortes de personal, cierre de plantas o incluso relocalización de operaciones fuera del país. La industria de alimentos y bebidas emplea a más de 1.7 millones de personas en Estados Unidos, según la Food Industry Association-FMI.
“El encarecimiento de insumos afecta no solo al consumidor, sino también a la cadena de producción nacional”, advirtió Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, durante una conferencia con inversionistas en marzo. “No es una receta para fortalecer el empleo ni la competitividad”.