La Sabrozita comienza su historia en 1990, en una cocina en Monterrey como una receta casera de salsa. A medida que fue dándose a conocer, logró posicionarse como una de las favoritas en la categoría de salsas picantes para snacks, como chicharrones, la jícama, el pepino, o cualquier fruta.
Cuando se creó la marca, se propuso llevar el sabor casero de la salsa no sólo a los hogares mexicanos sino traspasar las fronteras.
Inicialmente, se llamó La Sabroza y a través de los años migró a La Sabrozita.
De acuerdo con el presidente de la Junta Directiva de la empresa, Alberto Coronado, originalmente manejaban dos tipos de salsa que se fabricaban con procesos diferentes.
Un portafolio era el de salsas con base de agua y procesos de pasteurización, mientras que el otro tipo de salsa se preparaba a base de vinagre.
Desde entonces, los consumidores eligieron a La Sabrozita preparada a base de vinagre como su salsa favorita y este ingrediente se convirtió en el gran diferenciador con el resto de las marcas en el mercado.
Su gran ventaja es el tiempo que se conserva fresca en los anaqueles, además, no requiere refrigeración después de que se abre, por lo que es ideal para tenerla en las mesas de los restaurantes, en el hogar o en los sitios de trabajo porque mantiene su calidad y frescura.
Aparte del característico sabor casero de La Sabrozita, el ingeniero Coronado destaca que el vinagre, uno de los ingredientes principales de la salsa, no solo tiene la característica de ayudar a conservar su frescura, sino que tiene grandes beneficios para la salud, dándole un valor agregado al producto.
En este momento La Sabrozita está impulsando tres tipos de salsa: la picante, la verde y la de habanero.
Los mayoristas son de los principales compradores de la salsa picante por el éxito que tiene al combinarse con las botanas.
Así mismo las redes sociales le han dado mucho impulso a la venta de las salsas verde y de chile habanero.
El crecimiento de La Sabrozita se ha dado en el centro y norte de México, así como en el Bajío, y están trabajando en la expansión de la marca en varios mercados en Estados Unidos.
Pero esta salsa ha viajado aún más lejos, específicamente a Afganistán, según cuenta el ingeniero Coronado.
Un soldado estadounidense, frente a un vehículo blindado, se tomó una foto mostrando una botella de La Sabrozita. “Era tal el gusto por la salsa que los soldados se la llevaron a los sitios donde tenían que estar”, destacó Coronado.
Precisamente, por la creciente demanda de la salsa por parte de los consumidores, La Sabrozita tiene un buen futuro en el mercado estadounidense.
“Cuando hay un buen producto, su crecimiento es un tema de logística y mercadeo que son retos interesantes, pero nos sentimos muy fortalecidos con el producto y con la marca”, afirma el ingeniero Coronado.
Hace dos años la empresa abrió una nueva planta de producción en Monterrey la cual tiene modernos equipos para el procesamiento de las salsas con los más altos estándares de inocuidad y a la vez mantienen el sabor casero que distingue a la marca.
Como parte de su estrategia, La Sabrozita está presentando sus tres variedades de salsa en los pisos de exposición de las ferias comerciales de alimentos más importantes en Estados Unidos, para llevar su sabor único a nuevos territorios.