¿Comer uvas es igual que hacer ejercicio?

Por Paola Ochoa, AgTools
La uva es uno de los primeros cultivos que el ser humano sembró para su consumo. Para los antiguos, este cultivo tenía un profundo valor: marcaba los ciclos de las estaciones, representaba la transición del verano al otoño y simbolizaba la prosperidad y la buena suerte. Su origen estaría en las orillas del mar Caspio, extendiéndose por el Mediterráneo hasta el resto de Europa. Los españoles fueron quienes la llevaron hacia el Continente Americano.

En la piel de la uva abunda la melatonina, la cual es una hormona que también produce el cerebro humano y es la encargada de regular los ciclos de sueño, por lo que se recomienda el consumo de esta fruta en las personas que padecen de insomnio.

Esta fruta además se compone en gran parte de agua (70-80%) y azúcares (15-18% dependiendo de la variedad), lo cual la hace muy saludable, sobre todo por ser especialmente rica en sustancias polifenólicas que contrarrestan el envejecimiento celular. Un ejemplo de estas es el resveratrol, el cual tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes en el organismo con efectos positivos en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares. También los taninos, presentes en las semillas, tienen función antioxidante que ayuda a proteger la piel.

En el mercado hispano el consumo anual per cápita de uva fresca es de 3.5 kg. En las fiestas de año nuevo es cuando más se consumen uvas debido a la tradición del brindis de fin de año, cuando se acostumbra comer 12 uvas (cada una representa los meses del nuevo año y un deseo en cada ingesta).

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Las uvas son una de las frutas más cultivadas en todo el mundo, mientras casi el 50% del total de uvas se utiliza para producir vino, el 41% se consume como uvas de mesa frescas y el 9% como pasas.

En 2019 en Estados Unidos se comercializaron 2.9 billones de libras de uvas, mientras que en 2021 se tuvo una comercialización de 3.4 billones de libras, lo cual representa un incremento del 17%, el cual podemos apreciar en la siguiente gráfica:

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El 96% de estas uvas provienen de cuatro regiones principales, California Central con un 48% de la producción, siendo el distrito de Kern la región con mayor producción; Chile con un 21%; Perú con un 16% y México con un 11%. Estas regiones se complementan para producir durante todo el año y esto es lo que hace posible que todos los meses podamos disfrutar de unas deliciosas uvas.

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Perú, que en 2021 fue el segundo país que mas uvas exportó a Estados Unidos, ha tenido un aumento en sus volúmenes de producción del 176% comparado con el 2020, este aumento de producción se ha mantenido constante en los últimos cuatro años, llegando en 2021 a su nivel de producción más alto en los últimos siete años.

Mientras que México en 2021 tuvo su volumen de exportación hacia Estados Unidos más bajo de los últimos tres años, siendo de 12% menos que en 2019, además la temporada el año pasado empezó un mes antes que en años previos, como se puede observar en la siguiente gráfica:

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Una de las razones por las que la temporada comenzó antes en 2021 fueron las altas temperaturas que se registraron a inicios del mes de abril en 2021 en la ciudad de Caborca, Sonora, una de las regiones productoras más grandes de uvas en México, las cuales superaron las máximas de 95º, mientras que en 2020 alcanzaron los 90º.

Y como si se necesitaran más razones para consumir uvas, una investigación publicada en la revista FASEB Journal sugiere que el resveratrol de esta fruta contrarresta eficazmente los efectos negativos de una vida sedentaria sobre el organismo, por lo que su consumo tiene beneficios similares a los de la práctica de ejercicio físico.