Aceites en la Cocina: Claves para una alimentación saludable y consciente

¿Sabías que la elección del aceite que usas en tu cocina puede influir directamente en tu salud y longevidad? Algo a tomar en cuenta en una alimentación saludable.

Las tendencias en el consumo de alimentos nos remiten cada vez más a un público que desea comer alimentos más sanos y libres de contenidos que afecten la salud. 

Es por eso que desde los jóvenes hasta generaciones mayores como Baby Boomers y Generación X, han venido uniéndose a esta ola de nutrición saludable, que ha llevado a las alacenas productos más amigables, nutritivos y beneficiosos. 

Origen y tipos de aceites

Comprender el origen de los aceites para cocinar, nos remite a pensar en los componentes que se emplean para su fabricación, que pueden ser a base de vegetales o semillas. 

También, se debe tener en cuenta las grasas que los integran –grasas saturadas y no saturadas– así como los dos procesos que se emplean para su producción, que resultan en los denominados aceites refinados y sin refinar o prensados en frío.

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Grasas y salud, en los aceites para una alimentación saludable

A medida que exploramos los diferentes tipos de aceites, es esencial comprender su impacto en nuestra salud. 

Sin importar su forma de fabricación, los aceites tienen diferentes composiciones de grasas saturadas y no saturadas. 

Las saturadas, como las del aceite de coco refinado, pueden aumentar el colesterol. Las no saturadas, presentes en aceites como el de oliva, benefician la salud cerebral, reducen la inflamación y previenen enfermedades cardíacas.

Refinados vs. prensados en frío

Veamos la comparación de estos dos tipos de aceites y su impacto en la alimentación saludable.

Aceites refinados

Se obtienen mediante procesos industriales a altas temperaturas y con solventes químicos. Esto permite mayor producción, pero degrada nutrientes esenciales como antioxidantes, vitaminas, polifenoles y ácidos grasos esenciales.

Beneficios:

  • Estables a altas temperaturas, ideales para freír o asar.
  • Mayor vida útil y sabor neutro.
  • Costo económico y disponibilidad.

Ejemplos incluyen aceite vegetal, de maíz, canola, coco, girasol y soya.

Aceites sin refinar o prensados en frío

Se extraen mecánicamente a bajas temperaturas, preservando nutrientes esenciales y el sabor natural, como las vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. Además, conserva el aroma y sabor característico de la fuente vegetal. 

Beneficios:

  • Protegen contra las enfermedades cardiovasculares, reducen los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre.
     
  • Reducen el riesgo de formación de coágulos sanguíneos.
  • Algunos de ellos soportan altas temperaturas y son ideales para frituras, asar o saltear, como el aceite de oliva, coco, aguacate y sésamo.
  •  Son ideales para consumir en crudo, en ensaladas o como complemento nutricional.

Ejemplos incluyen aceite de oliva extra virgen, aguacate, coco, nuez, sésamo y linaza.

Hacia una nutrición consciente

En un mundo que valora cada vez más la salud y el bienestar, elegir aceites adecuados puede marcar la diferencia. Ya sea refinado o prensado en frío, entender sus características y beneficios permite tomar decisiones informadas frente a nuestro compromiso con la salud.