Los KPIs, acrónimo formado por sus siglas en inglés, “Key Performance Indicator”, son valores métricos que nos ayudan a identificar el desempeño de una gestión empresarial o de cualquier otra índole.
Estos pueden ser aplicados para la evaluación del objetivo que nos queramos plantear. Gracias a los KPIs, podemos medir de manera porcentual o en términos absolutos el avance que se tenga hacia el logro de los objetivos. Lo anterior con la finalidad de tener claro si se están tomando las acciones necesarias para los cumplimientos de lo que se quiera lograr.
Existen un sin fin de metodologías, pero los de tipo SMART han cobrado mayor credibilidad y popularidad por sus resultados en los últimos años, según la cual los KPIs deben ser:
S) eSpecíficos
M) Medibles
A) Alcanzables
R) Realistas
T) acotados en el Tiempo
Algo en lo que la mayoría de los gurús coinciden es que el primer paso hacia el éxito es una correcta definición de objetivos.
Cómo establecer los KPIs
Pues bien, una vez que se tenga el objetivo de los que se quiera logar, se establecen los SMART KPI’s utilizando la siguiente metodología:
1. Los KPIs deben ser eSpecíficos
Es decir, lo más concretos posibles para poder identificar lo que se deseas lograr. Napoleón Hill dice que una de las reglas del éxito es la definición precisa de los objetivos. Por ejemplo: “Voy a arreglar mi negocio” no es un objetivo específico. “Voy a vender $5,000 esta semana”, sí lo es. Al ser los KPIs una herramienta de medición, es importante que estos se expresen en términos cuantificables para poder medir el avance.
2. También deben ser Medibles
Para poder saber si lo estamos cumpliendo o no, estamos llegando a lo que nos habíamos propuesto. Al medir un objetivo podemos compararlo con la planificación o con el objetivo y decidir qué medidas correctivas vamos a tomar en caso de desviaciones o variaciones. El ejemplo anterior de vender $5,000 a la semana es medible y por tanto está correctamente planteado ya que permite saber si no se está cumpliendo.
“Si queremos mejorar necesitamos medir”, Juan Ramón García
3. Necesitan ser Alcanzables
Si tus objetivos involucran a varias personas, debes hablarlo con ellos, ya que lo mejor es hacerlos de manera consensuada, pues alcanzar los objetivos colectivos son un reto si no hay un verdadero compromiso entre todos.
4. Fíjese objetivos Realistas
Los objetivos planteados deben estar dentro de las propias posibilidades. Proponerse algo irrealizable es una puerta abierta al fracaso. El objetivo “voy a competir en las próximas olimpiadas” puede no ser realista para ti, desde luego que para mí no lo sería, pero tal vez el objetivo de participar en la próxima carrera de tu ciudad puede que sí esté a tu alcance.
5. Establezca un plazo en el Tiempo
Los SMART KPIs planteados de modo inteligente, requieren un plazo de tiempo límite para ser cumplidos. Acotar algo en el tiempo quiere decir que se debe establecer un plazo dentro del cual se debe cumplir el objetivo. Se observa que normalmente lo que primero realizamos es aquello para lo que tenemos menor plazo y que dejamos para después lo menos urgente. En caso de no contar con un límite de tiempo se puede caer en la relajación y el objetivo se puede ir postergando hasta el infinito.
¿Tus KPIs cumplen con la regla SMART? Si no es así, revísalos porque corren peligro de no cumplirse. Escríbeme a [email protected]