El aroma del café es palpable al entrar a este supermercado independiente de la ciudad de Hialeah, en el sur de la Florida. Si doy unos pasos hacia la derecha donde está una pequeña pero acogedora sección de deliciosos pastelitos de guayaba, flan y natilla fresca, revitalizo mi apreciada cultura latina.
Antes de llegar a la repostería uno tiene el gusto de apreciar la sección de productos frescos nítidamente organizada donde resaltan los plátanos verdes, los aguacates, mangos y la malanga. Hay movimiento y actividad de compradores y de proveedores como de costumbre, pero hay unas diferencias notables: Todos los compradores y empleados llevan puestas máscaras faciales y mantienen el distanciamiento social.
Esta es la nueva normalidad que se vive debido al coronavirus en el supermercado independiente hispano National Market #2 de Hialeah, en el sur de la Florida. Su dueño se llama Carlos Hernández, conocido como “Carlitos” para la mayoría de sus leales clientes que son de ascendencia cubana.
Hernández comenta que “si hay algo que se destaca de esta pandemia, es que los supermercados independientes están posicionados perfectamente para responder más efectivamente a las necesidades de los consumidores si nos comparamos con las cadenas grandes. En circunstancias impredecibles y cambiantes, la flexibilidad y rapidez en hacer los ajustes es la esencia de ser un independiente y una ventaja competitiva”.
Primera prioridad: los empleados
National Market #2 lleva 21 años bajo la dirección de Hernández y actualmente tiene cerca de 50 empleados.
“Cuando detonó todo lo relacionado con el Covid-19, mi primera preocupación fue la de proteger a mis empleados, pero también era necesario pensar en la seguridad de mis clientes y todos los otros que entran a la tienda. Vi que era urgente sentarme a escribir un protocolo para guiar todas las actividades. Realmente implementamos las medidas recomendadas por los CDC sobre prevención igual de rápido o inclusive más ágilmente que muchas cadenas”, dijo Hernández.
Los empleados del supermercado independiente tuvieron la opción de quedarse en casa desde el principio de la pandemia, pero ninguno optó por esta alternativa. En la primera semana de la crisis entregaron a todos los empleados equipos de protección personal que incluyó máscaras, caretas, y guantes.
A la entrada de la tienda realizan un control del número de personas que ingresan y tienen una estación de gel desinfectante para las manos. Alrededor del establecimiento hay varias unidades para limpiarse las manos.
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Aplican los protocolos de distanciamiento social dentro de la tienda y cierran el acceso al público por la noche una hora antes de lo normal para desinfectar todo el local.
El National Market #2 de Hernández es miembro de la National Supermarket Association (NSA), capítulo de la Florida y como tal, los miembros aprovechan para intercambiar información, contactos y buscar en conjunto soluciones a obstáculos que se van presentando.
“Nos ayudamos mutuamente y para los retos relacionados con el coronavirus hemos tenido varias consultas con el fin de extraer las mejores prácticas”, agregó Hernández.
Productos disponibles durante pandemia
Por la flexibilidad y autonomía que tiene Hernández de buscar múltiples fuentes de abastecimiento, no tuvo mayores problemas por escasez de productos como papel higiénico, harina y agua.
Hernández explicó que “después de tanto tiempo, yo conozco personalmente a muchos de mis clientes, hasta por nombre. Muchos son mayores de edad y como grupo de riesgo para el Covid-19, me esfuerzo mucho para asegurar que tengo los productos que más requieren”.
Dadas las circunstancias, Hernández indica que les ha ido relativamente bien en ventas desde de que se inició la pandemia, pero tampoco es una situación buyante. “Como parecido a cuando tenemos las amenazas de los huracanes hay una compra de abastecimiento inicial fuerte y luego viene la nivelación. La pandemia ha sido parecida, pero ha durado más tiempo”.
La “nueva normalidad” en el supermercado independiente
Viendo hacia el futuro, Hernández opina que no volveremos pronto a una situación de “normalidad” como antes de la pandemia. Quizás jamás, comenta.
“Yo tengo que pensar en mis consumidores y estar atento a sus necesidades. Claramente vamos a tener oportunidades para productos que normalmente no manejamos en grandes cantidades, como desinfectantes de gel para las manos, máscaras, guantes, etc. En general prevemos un crecimiento para el segmento de limpieza. Todas las medidas de prevención de contagio que hemos tomado seguirán en pie por mucho tiempo”.
Carlos Hernández tiene sus prioridades en orden para manejar su supermercado independiente. Estar atento a las necesidades de sus fieles consumidores y a la vez protegerlos cuando van a comprar comestibles.
Por mi parte, voy a la sección de repostería en busca de un pastelito de guayaba y un cortadito, con mi máscara puesta.