El dulce mexicano: un caso de éxito

La industria del dulce mexicano ha logrado consolidarse como una de sus ramas con mayor dinamismo y proyección. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía del Gobierno de México, el valor del intercambio comercial total de azúcares y artículos de confitería —que comprende operaciones de exportación e importación— ascendió a 3,851 millones de dólares en 2023, manteniendo una tendencia de crecimiento sostenido durante la última década.

En lo que respecta exclusivamente a las exportaciones, el valor de las ventas al exterior alcanzó los 2,317 millones de dólares. Dentro de este monto, Estados Unidos se posicionó como el principal socio comercial del dulce mexicano, concentrando compras por 1,974 millones de dólares, lo que lo ubica como el mayor importador global en esta categoría.

Intercambio Comercial Total-Dulce-Mexicano

Este éxito no se debe únicamente al volumen, sino también a la capacidad de las marcas de dulce mexicano para posicionarse en un mercado altamente competitivo, apelando al gusto por sabores intensos, ingredientes naturales, presentaciones coloridas y un fuerte componente cultural. Productos como tamarindos, mazapanes, palanquetas, obleas, cajetas, y gomitas enchiladas ya no son exclusivos de tiendas latinas: hoy se encuentran en supermercados, plataformas de e-commerce y hasta tiendas
especializadas en tendencias globales de sabor.

¿HACIA DÓNDE DEBE IR LA industria del dulce mexicano?

La industria confitera de México o del dulce mexicano tiene una oportunidad clara para crecer en exportaciones. Aprovechando tendencias globales y los cambios en el comercio internacional (como la guerra comercial entre EE.UU. y China), puede posicionarse mejor en mercados clave, especialmente en Asia.

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Comercio internacional confiteria

TENDENCIAS QUE MÉXICO DEBE APROVECHAR EN EL MERCADO MUNDIAL

Si bien la mayoría de las grandes empresas ya integran estas prácticas en sus operaciones globales, resulta fundamental identificar estas tendencias como guía para las PYMES que buscan acceder y competir en mercados internacionales.

  • Adaptar sabores, empaques y porciones.
  • Obtener certificaciones que abren puertas.
  • Conectarse con distribuidores y plataformas de venta online.
  • Participar en ferias internacionales.
  • Comunicar el valor cultural y origen de cada producto.
  • Mayor demanda de productos sin azúcar, sin gluten o con ingredientes funcionales.
  • Preferencia por productos con insumos auténticos y sostenibles como cacao, tamarindo o miel de agave.
  • Presentaciones individuales y control de porciones.
  • Interés internacional por lo exótico y lo cultural. México tiene mucho que ofrecer.
  • Canales digitales permiten llegar directo a nuevos consumidores.
  • Es clave contar con sellos como Halal, Kosher, orgánico, etc.