Por Néstor Eduardo García Romero, Economista/MBA
Después de vivir una grave crisis causada por el Covid en 2020, cuando la economía de Estados Unidos cayó -3.4%, en 2021 el país logró recuperarse para cerrar el año con un 5.7% de crecimiento. La mejora fue gracias a las medidas implementadas por el gobierno, las cuales se centraron en creación de liquidez bajando tasas de interés y a través de otros estímulos fiscales, como los apoyos recibidos por las familias para que pudieran reactivar su consumo. Entendemos que, ante una crisis tan severa, el gobierno tuvo que tomar medidas radicales, pero también debemos estar conscientes de que muchas de estas medidas traerían consecuencias en el corto y mediano plazo, principalmente en niveles de deuda y de inflación que están sucediendo actualmente en Estados Unidos.
La inflación se define como un alza generalizada en los precios de todos los bienes y servicios de la economía. Tiene como principal impacto una pérdida del poder adquisitivo de las personas y un incremento en los costos de operación de las empresas. Ambos enfoques son muy importantes, de ahí que la inflación afecta de una forma al consumidor y de otra forma a las empresas.
Podemos ver la inflación como una enfermedad, la cual, dependiendo de factores internos y externos, puede sobrellevarse y tenerse bajo control en el corto plazo o entrar en situaciones más críticas que debemos cuidar en el mediano-largo plazo.
Pensemos en la inflación como un problema de gastritis que puede ser de menor o mayor intensidad, por malos hábitos alimenticios, fumar, tomar alcohol, entre otras causas. Siempre podremos tomar un medicamento y corregir “el corto plazo”.
Cuando la inflación sube a niveles fuera del rango deseable, el banco central sube las tasas de interés, encarece el crédito y desacelera el consumo, lo que provoca que la inflación baje.
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Tal como sucede con la gastritis, si te sientes mal, tomas tu analgésico; o si te sientes bien y no te tomas nada, te confías y muy probablemente hagas un desarreglo que te lleve a sentirte mal de nuevo, pero en todo momento sabes que puedes corregirlo y controlarlo en el corto plazo.
No obstante, también hay una inflación la cual genera impactos de “mediano y largo plazo”.
Hoy estamos viviendo esta modalidad de inflación debido a interrupción de cadenas de suministro, incremento de energéticos, conflictos internacionales, incremento en costos de fletes y transporte, escasez de contenedores, saturación de nodos logísticos, entre otros.
Esta modalidad de inflación “no se resuelve con un medicamento para la gastritis leve”. Aquí estamos hablando de un cuadro médico más cercano a una úlcera.
Hoy tenemos en Estados Unidos y en muchas partes del mundo un cuadro de “gastritis” y de “úlcera” combinados, que nos hace pensar que el escenario de alta inflación y bajos niveles de crecimiento económico, no serán un escenario transitorio.
Por otro lado, las empresas están sufriendo los estragos de una inflación estructural provocada por “choques de oferta” que está causando que se enfrente a un esquema de mayores precios, lo cual ajusta sus márgenes de utilidad y hace necesario tomar acciones inmediatas, oportunas y correctas para enfrentar el nuevo panorama económico.
Las empresas de sector de tiendas de conveniencia, almacenes, comercializadoras y abarrotes están en un segmento de alta competencia, pero a la vez bondadoso, ya que bien llevado, permite mantener operaciones rentables independientemente del ciclo económico (expansión, desaceleración o recesión) en el que esté el país.
A consideración, algunas recomendaciones para optimizar la operación de tu modelo de negocio para enfrentar la inflación:
- Adquiere liquidez hoy para para que tu negocio siga siendo un ganador en los próximos años. Toma líneas de crédito en los meses por venir, antes de que la FED suba las tasas de interés de forma decidida (escenario que se ve inevitable).
- Realiza compras de protección. Una vez ubicados los productos que puedes mantener en inventario por más tiempo y que tus clientes requieren, puedes hacer adquisiciones en gran volumen con tus proveedores que te permitan negociar precios.
- Realiza alianzas con otras empresas para presentar productos en paquete o en exhibiciones conjuntas. Busca crear paquetes con marcas complementarias y detectar cuáles productos suele adquirir el consumidor con frecuencia de manera conjunta.
- Realiza análisis de datos (Data Science) en los más mínimos detalles. Si eres una empresa mediana o grande es común tener sistemas informáticos que generen registros de operación. Si eres una micro o pequeña empresa es probable que necesites invertir en la digitalización de tu negocio para estar en condiciones de realizar una verdadera labor de inteligencia basada en registros de la propia empresa. En tiempos de inflación, más que nunca, es necesario saber a nivel «micro» cuáles son las mermas, las áreas de oportunidad que debes corregir y fundamentar una estrategia de operación efectiva.
- Busca programas públicos del gobierno e inicia inversiones graduales en soluciones sustentables y sostenibles que te permitan ir generando ahorros en costos fijos relacionados a electricidad o energéticos como es la gasolina.
- Destina una parte de tu presupuesto a la promoción y publicidad de tu marca y/o servicios. Como respuesta a la inflación, una comunicación constante con tus clientes hará que te prefieran a ti por tu cercanía y propuesta de valor. Las marcas deben hablarle a su consumidor permanentemente.