Las ventas de comestibles en línea en Estados Unidos aumentaron un 21% interanual en marzo de 2025, alcanzando los $9,700 millones, según la última encuesta de Brick Meets Click. Este rendimiento mensual refleja una sólida recuperación de la demanda, impulsada por los servicios de entrega y fuertes promociones en membresías y suscripciones.
La entrega continuó superando a los demás métodos de recepción, con un crecimiento superior al 30% respecto de marzo de 2024.
Este incremento estuvo acompañado por la expansión sostenida de usuarios activos mensuales (MAU, por sus siglas en inglés), lo que demuestra una mayor confianza y preferencia del consumidor por la conveniencia.
Tendencias pospandemia consolidan el crecimiento del canal en línea
Marzo marcó el quinto aniversario del inicio de la pandemia de COVID-19, que transformó radicalmente la manera en que los estadounidenses hacen sus compras.
En agosto de 2019, las ventas de comestibles en línea eran de apenas $2,000 millones. Siete meses después, en marzo de 2020, se dispararon hasta $6,500 millones, en plena cuarentena.
Tras alcanzar un pico en 2021, el mercado se estabilizó y ha retomado su impulso alcista. Desde mediados de 2024, las estrategias promocionales —como descuentos en suscripciones— han aportado otro 20% al crecimiento. Marzo de 2025 fue el octavo mes consecutivo en que las ventas superaron los $9,500 millones.
La entrega lidera en las ventas de comestibles en línea
Las preferencias de los consumidores han cambiado notablemente en los últimos cinco años. En 2019, el envío a domicilio representaba el 42% de las ventas de comestibles en línea.
Hoy, ese método solo representa el 18%. En contraste, la entrega ha aumentado su participación del 26% al 43%, mientras que la recogida pasó del 32% al 39%.
“El notable repunte de la entrega en términos interanuales demuestra la efectividad de las promociones que permiten a los clientes ahorrar”, afirmó David Bishop, socio de Brick Meets Click.
Minoristas como Instacart, Shipt y cadenas de supermercados han aprovechado esta tendencia. Con mayor frecuencia de pedidos y valores promedio más altos, las membresías se han convertido en una herramienta clave para mantener la lealtad del cliente y generar ingresos recurrentes.
Más consumidores combinan métodos de recepción
Antes de la pandemia, el 85% de los compradores en línea usaban solo un método de recepción al mes. En marzo de 2020, esa proporción cayó al 70% y se ha mantenido estable. Esto indica que en las ventas de comestibles en línea los consumidores combinan entrega, recogida y envío a domicilio según la conveniencia, el tipo de compra y el precio.
Cada método atrae a distintos perfiles. El envío a domicilio tuvo su mayor utilidad en 2020, pero su demanda disminuyó al hacerse endémico el virus. La entrega creció hasta 2022, pero la inflación desaceleró su avance hasta que las promociones reactivaron el servicio. La recogida perdió fuerza en 2021, pero ha resurgido en 2025 gracias a incentivos en supermercados.
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Las ventas de comestibles en línea se mantienen elevadas
El porcentaje de hogares que usan servicios de ventas de comestibles en línea sigue siendo alto. Antes del COVID-19, era inferior al 25%. En marzo de 2020 alcanzó el 57% y ha oscilado entre el 57% y el 61% en los primeros meses de 2025.
La frecuencia de pedidos también ha aumentado: de 2.0 pedidos mensuales antes de la pandemia a 2.6 en marzo de 2025. “Las expectativas de los clientes respecto de las compras en línea han crecido desde que muchos probaron el servicio durante la pandemia”, dijo Mark Fairhurst, director de marketing de crecimiento en Mercatus.
Los minoristas deben adaptarse para competir en un mercado digital
Con más opciones disponibles y consumidores más exigentes, los supermercados enfrentan nuevos desafíos. Aquellos que mejoren la experiencia digital con ofertas relevantes y recompensas personalizadas lograrán fidelizar y crecer a largo plazo.
Las ventas de comestibles en línea ya no se sostienen por la inercia de la pandemia. Se ganan con precios inteligentes, métodos flexibles y una atención constante a las necesidades del consumidor. En un mercado cada vez más competitivo, adaptarse ya no es opcional: es esencial.