El USDA anuncia nuevas pautas para los productos orgánicos

Detrás de todo producto orgánico debe existir una certificación que garantice que es natural y saludable. Al menos eso es lo que establecen las normas estadounidenses.

Sin embargo, no todo lo que se comercializa en este país cumple con ese requisito. Por tal motivo, el Departamento de Agricultura (USDA), anunció nuevas reglas para evitar las ventas engañosas.

El objetivo es recuperar la confianza de los consumidores en el “sello ecológico”, el cual indica que están consumiendo alimentos de calidad y no contaminantes.

Esto significa que fueron cosechados o elaborados sin el uso de fertilizantes, pesticidas, hormonas, reguladores de crecimiento y conservadores sintéticos.

Asimismo, pretende fortalecer las leyes regulatorias existentes, dado que hay muchas empresas que no están certificadas ni son supervisadas por el USDA. 

Sin embargo, manejan este tipo de mercancía antes de llegar al usuario final. 

La nueva regla contempla una vigilancia más estricta, tanto del proceso de producción y manipulación como de la certificación, mercadotecnia, distribución y venta.

Será a partir de marzo de este año cuando entre en vigor. Las compañías tendrán hasta un año para cumplir con lo estipulado en la ley.

Auge del mercado “orgánico” y el fraude

De acuerdo con el Departamento de Agricultura de EE.UU, el crecimiento de este mercado y la no aplicación de pautas en algunas partes de las cadenas de distribución, favorecen el fraude orgánico.

En el país, la venta de este tipo de alimentos aumentó más del doble en la última década, según la Asociación de Comercio Orgánico. De $3,4 mil millones, en 1997, pasó a $61,9 mil millones en 2020.

¿La razón? Hay más consumidores interesados en comer sano.

Pero, muchos de los ingredientes con los que se elaboran los productos que llegan a sus manos son importados.

Eso hace más difícil comprobar si cumplen con los estándares requeridos.

Para los agricultores, no se debería permitir que los grandes fabricantes utilicen insumos no garantizados.

Consideran que se trata de una competencia desigual que le resta valor a la etiqueta y perjudica considerablemente el comercio.

El sello “USDA Organic” está regulado por el Departamento de EE.UU. Significa que un alimento entero o las sustancias de cierto producto, se cosechan mediante prácticas ecológicas. 

La confianza en este logo es clave para el sector de la agricultura orgánica.

Propósitos de la enmienda

Básicamente, la modificación de las reglamentaciones del USDA, busca proteger a los agricultores y consumidores de prácticas deshonestas. 

Esto es lo que espera lograr a partir de su implementación: 

  • Mejorar la trazabilidad y conservar la integridad de los alimentos etiquetados.
  • Reducir al mínimo las entidades no certificadas ni supervisadas.
  • Tener un mayor control de las importaciones, al exigir la presentación de Certificados NOP para todo lo que ingrese a EE.UU.
  • Precisar la autoridad del Programa Nacional Orgánico de actuar contra las oficinas y agentes certificadores.

El cambio incluye acciones esenciales relacionadas con las normativas anteriores, para fortalecer la aplicación de las medidas regulatorias.

Por ejemplo, que los contenedores utilizados por los minoristas para el envío y almacenaje de productos orgánicos contengan una etiqueta.

Esto, con el fin de poder rastrearlos y reducir el mal manejo de las operaciones. Sobre todo, en las cadenas de suministros largas, donde se presentan mayores problemas.

Inspecciones sin previo aviso

El Departamento de Agricultura también propuso realizar inspecciones “in situ” no anunciadas, para saber quiénes deben ser certificados.

Esto incluye a los importadores, comerciantes, intermediarios y cualquier otro que facilite la venta de artículos orgánicos.

Según esta agencia, este tipo de supervisión es efectiva y útil, ya que garantiza el cumplimiento de las regulaciones. Además, refuerza la confianza de los usuarios en las etiquetas.

Por ello, recomienda a los agentes certificadores hacerlas anualmente, como mínimo al 5% de sus  operaciones acreditadas.

Se considerará como una violación de la sección 205.403 del Código de Regulación Federal, la negativa a permitir que un inspector revise los estándares de producción y calidad. 

Emisión de certificados estandarizados

Los agentes también deberán emitir certificados de operación estandarizados, con base en la data de integridad orgánica del USDA.

Eso simplificará el proceso de verificación de licencias válidas. Dichos documentos serán generados de forma electrónica con acceso público, lo cual ayudará a disuadir y evitar el fraude.

La estandarización asegura el uso de un formato consistente. Actualmente, hay en el mercado más de 70 distintos, por lo que se pueden alterar fácilmente.

De igual modo, los agentes tendrán que mantener actualizada la información de la actividad orgánica que manejan. 

Según el Servicio de Comercialización Agrícola (AMS, por sus siglas en inglés), algunos incumplen las normas, al no incluir en sus certificados todos los datos requeridos para verificar el estatus de la operación.

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Cálculo de beneficios

AMS espera que la actualización de las regulaciones reduzca a la mitad el fraude de productos orgánicos en Estados Unidos. Se calcula que es de $109 millones por año.

Teniendo en cuenta la proyección de crecimiento del mercado, de aquí a quince años, significa unas ganancias anuales de $57 millones en 2036, según la organización.

Promediando los beneficios económicos totales a una tasa de descuento del 3% y 7%, rondarían los $364 y $494 millones, respectivamente.

En opinión de algunos miembros de la industria de alimentos, citados por The Washington Post, la nueva reglamentación no llegará tan lejos como para acabar con los estafadores.

De acuerdo con las estimaciones de AMS, el 2 por ciento de los productos orgánicos que se comercializan en EE.UU está expuesto a alguna forma de fraude.

El sector de los granos y semillas oleaginosas es el más vulnerable. 

En 2019, la Oficina del Fiscal condenó a más de 10 años de cárcel a cuatro personas, por venta fraudulenta de ese rubro en el Distrito Norte de Iowa.

En Dakota del Sur, otro sujeto fue sentenciado por el jurado federal a pagar $15 millones para resarcir los daños causados a los clientes.

El acusado, quien se declaró culpable en 2021, vendió supuestamente $71 millones de granos y semillas orgánicas falsas entre 2012 y 2018.

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