En 2012 la compañía GPS Imports se estableció en Houston, Texas, para iniciar el negocio de importación y distribución de productos alimenticios y bebidas mexicanas en EEUU.
Se convirtieron en uno de los importadores y distribuidores autorizados de los refrescos Boing! logrando en pocos años conquistar el mercado hasta que la súbita aparición del coronavirus los obligó a adaptarse a una nueva realidad de hacer negocios.
En una entrevista con la Revista Abasto, Arturo Pérez, director nacional de ventas de GPS Imports, habló sobre la compañía, los productos Boing! que orgullosamente distribuyen y los retos que están enfrentando como negocio debido a la pandemia del coronavirus.
Sobre GPS Imports y Boing!
La marca de refrescos Boing! producida por la Sociedad Cooperativa de Trabajadores de Pascual, S.C.L., en México es el principal cliente de GPS Imports, que con una agresiva estrategia de ventas posicionó la marca en los anaqueles de las tiendas.
“Con el deseo de seguir expandiendo la marca desarrollamos nuevas estrategias de ventas como promociones y producción de nuevos sabores de sus jugos de frutas”, dijo Pérez.
Las bebidas de fruta son elaboradas con ingredientes 100% naturales, pasteurizadas y sin gas. GPS Imports distribuye los jugos que se ofrecen en siete sabores en botellas de cristal de 12 onzas, así como en un empaque familiar de tamaño litro en los mismos siete sabores y el paquete de seis bebidas para niños.
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Ademá de Boing!, GPS Imports también importa y distribuye una variedad de productos, entre ellos «Dulces o Travesuras», una marca de golosinas que se caracteriza por ofrecer no solo los dulces y paletas tradicionales, sino productos con atractivos diseños y sabores muy apetecidos por los niños. También comercializan productos para la industria de restaurantes además de la introducción de nuevas marcas a EEUU.
La pandemia
El fructífero trabajo que venía realizando GPS Imports durante los últimos años sufrió un drástico cambio durante los primeros seis meses de 2020. Como le sucedió a la gran mayoría de las empresas, la pandemia del coronavirus los tomó por sorpresa afectando su negocio, obligándolos a adaptarse a una nueva realidad llena de incertidumbre.
“Si bien sabemos que la industria alimenticia tiene que seguir operando en medio de la pandemia, desafortunadamente las costumbres de compra de los consumidores cambiaron”, dijo Pérez.
De repente, productos como el papel higiénico, el clorox y el desinfectante para manos se convirtieron en artículos de primera necesidad. Pérez explicó que “en el caso de los alimentos, la gente se enfocó en la compra de arroz, frijoles, enlatados, agua, antes de que se agotaran las existencias, pero infortunadamente en medio de estas compras de pánico algunas empresas resultamos afectadas porque por ejemplo nuestras bebidas no están en la lista de los productos de primera necesidad”.
Los retos
El cierre de los restaurantes en todo el país durante la primera fase de la pandemia para mantener el distanciamiento social y evitar los contagios, también fue un duro golpe para GPS Imports.
Según Pérez, el 60 por ciento de las ventas de su empresa están dirigidas a este sector de la industria de servicios de comidas y con el cierre de estos negocios se quedaron sin la mayoría de sus clientes.
Pérez describe la pandemia del coronavirus como la “tormenta perfecta” pero confía en que pronto la situación va a mejorar para que la cadena de suministros se estabilice y las ventas despeguen de nuevo.
“Yo creo que todos tenemos que estar preparados para cambios que no esperamos, siempre tenemos que estar listos con un plan B para adaptarnos y no quedar fuera del mercado. Básicamente tenemos que innovar para salir adelante”.
Manteniendo la esperanza y viendo hacia adelante, Pérez dijo que “ahora estamos en diálogos con una compañía cafetera de México para traer a EEUU un café mexicano Gourmet y además estamos trabajando en otros proyectos para importar nuevos productos”.