Generosidad y humanidad en momentos de crisis

Harvey, Irma y María, son tres nombres que van a ser recordados por mucho tiempo entre las comunidades de Texas, Florida y Puerto Rico tras la devastación causada por el paso de los poderosos huracanes. Pero en la mente de estas comunidades también quedaron grabados los actos de solidaridad de entidades, negocios y personas que no dudaron en responder a las emergencias ofreciendo todo tipo de ayuda.

Los supermercados, las bodegas, las panaderías de barrio, se convirtieron desde los días previos a las tormentas en una fuente vital de suministros.

En los días posteriores, estos negocios junto a las empresas productoras y distribuidoras de alimentos realizaron una titánica labor para reanudar sus operaciones en medio del caos y la destrucción. A su vez, comenzó el trabajo humanitario alrededor de todo el país para el envío de ayuda a las zonas afectadas y la donación de millones de dólares a las agencias de asistencia de desastres como la Cruz Roja.

Los empleados de las tiendas de comestibles, sacrificando su tiempo junto a sus familias en los momentos de emergencia, trabajaron sin descanso para atender a las comunidades afectadas por los fenómenos naturales.

Así fue el caso de cuatro panaderos mexicanos, Jorge Abundis, Javier Ponce, Regino Morales y Miguel González, quienes quedaron atrapados dentro de la tienda el Bolillo Bakery cuando las lluvias torrenciales de Harvey inundaban las calles de Houston. Ellos hornearon miles de panes durante dos días seguidos, que luego fueron donados a cientos de personas en los refugios y a personal de los equipos de rescate.

Klass y otras empresas envían ayuda a los afectados por desastres naturales

Las tiendas de comestibles ofrecen ayuda a los afectados por los huracanes

La cadena de supermercados H-E-B, una de las más grandes en Texas, trabajó a marchas forzadas para reanudar sus operaciones en todas sus tiendas y su equipo de cocinas móviles repartió gratuitamente miles de comidas calientes a los damnificados.

Estos son solo dos ejemplos de la manera en que las tiendas de comestibles en general, desde las más grandes a las más pequeñas, actuaron antes y después del paso de los huracanes. La solidaridad con las víctimas de los fenómenos naturales ha sido continua y generosa.

Agremiaciones como la National Supermarket Association ha recolectado toneladas de alimentos y agua para mandar la ayuda a Puerto Rico y Texas; Goya Foods ha donado 300 mil libras de productos a las regiones afectadas por los huracanes; Walmart, Kroger y Target, han donado millones de dólares en efectivo y en productos, por mencionar algunos.

La solidaridad se ha extendido a México, donde miles perdieron todo por los terremotos ocurridos en Oaxaca y Ciudad de México. Supermercados hispanos como Vallarta, Compare Foods y Todos Supermarket recaudaron fondos para apoyar a los mexicanos.

La industria de los alimentos dio un paso al frente con generosidad y humanidad para dar algo de alivio a tantos que todo lo perdieron por los desastres naturales.