En la actualidad, cada vez es más común que, como minoristas, acudamos a servicios de consultoría externa para desarrollar planes de mejora para nuestras tiendas que pueden abarcar prácticamente la totalidad de nuestros departamentos, la optimización en ventas, compras, logística, servicios y rentabilidad en general.
El objetivo principal es el de incrementar las ventas generando más tráfico de clientes a las tiendas y atraerlos a los productos que vendemos.
Si nos enfocamos en mejorar las operaciones de cada una de nuestras tiendas, entraremos al detalle de cada sucursal.
ÁREAS DE ANÁLISIS
La consultoría externa trabajará para analizar y mejorar las promociones, operaciones de ventas, cada equipo de asociados, supervisores y gerentes, mercadeo de la tienda, así como el diseño y planogrametría (layout) de la sala de ventas.
Históricamente la contratación de estos servicios siempre se ha realizado antes de abrir un negocio o nueva cadena de supermercados. Es un punto clave tener una visión externa y neutral de la situación de nuestras tiendas cada cierto tiempo, esto, obviamente, representa un gasto adicional.
Sin embargo, los beneficios a corto y largo plazo deben de justificar este gasto. La puesta en marcha de nuevas formas de operar más rentables y productivas en nuestros supermercados puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso.
BENEFICIOS DE UNA CONSULTORÍA para tiendas
La consultoría detectará cientos de oportunidades de mejora en cada uno de los departamentos que se auditen.
Además, una consultoría en nuestros supermercados también puede contribuir con la ubicación geográfica de las futuras aperturas, así como la colocación de los productos dentro de ella.
Un consultor o equipo de minoristas profesionales experimentados y de calidad tienen que saber exactamente el cómo, dónde y cuándo colocar los productos y los comportamientos de consumo que en muchos casos no suelen incluirse.
Por ejemplo, a los supermercados con frecuencia les resulta mejor colocar la leche en las esquinas traseras de las tiendas conociendo que se trata de un producto que casi todo el mundo necesita. De esta manera, se asegura que los clientes pasen junto a otra mercancía o productos y que eventualmente también puedan comprarlos.
LA EXPERIENCIA ES FUNDAMENTAL
Así mismo, un consultor de supermercados puede ayudar con los problemas de productividad del personal, entendiendo cómo y cuándo las horas pico se dan y a continuación lo hace saber al mismo personal.
También entiende las habilidades necesarias para tener éxito entre los equipos de ventas, sobre todo porque las destrezas necesarias para el Departamento de Cosméticos pueden ser completamente diferentes que las que requiere el Departamento de Carnes o Productos Agrícolas Frescos.
Al momento de contratar una consultoría para nuestros supermercados es importante tener en cuenta:
La existencia de un título puede o no ser importante, pero el consultor debe tener una gran cantidad de conocimientos y resultados cuantificables en diversas cadenas de supermercados de carácter similar a la nuestra para poder respaldar su deseo de trabajar en nuestras tiendas.
La consultoría también debe ser lo suficientemente capaz como para asesorar, diseñar estrategias, analizar, así como presentar un auténtico diagnóstico general de la cadena sobre cómo gestionar y mejorar el proceso operativo en cualquier departamento.
Sobre todo, la consultoría debe entender los problemas que supone la administración de nuestros supermercados y cómo la ayuda externa va a mejorar significativamente todos los niveles de nuestro negocio a medio plazo.