Papá Noel: El poderoso ícono de Coca-Cola

Coca-Cola tiene una tradición publicitaria utilizando la figura de Papá Noel, que se muestra cumpliendo los sueños de los niños en Navidad y al final tomando la bebida como recompensa.

La historia de Papá Noel

El personaje en el que se inspiró la marca es un obispo diocesano de nombre Nicolás, que vivió entre los siglos 3 y 4 en una región de Licia (actualmente dentro del territorio de Turquía), en el seno de una familia adinerada y desde niño sobresalió por ser generoso y piadoso.

Tras su muerte, el 6 de diciembre de 343 d. C. se convirtió en el primer santo no mártir en gozar de una especial devoción en Occidente. Actualmente, más de dos mil iglesias cristianas en todo el mundo están dedicadas a él.

La llegada de Papá Noel a territorio estadounidense viene de la mano con la migración holandesa durante el siglo 17. Por esta época la imagen adoptó transformaciones muy notorias, pasando del rigor de su dignidad con vestiduras de obispo a un personaje amable vestido de forma ordinaria.

Como era habitual en los primeros santos del cristianismo, su popularidad creció entre los piadosos y su legendario hábito de hacer regalos en secreto dio la idea para crear el arquetipo de Papá Noel para Coca-Cola.

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El autor del retrato

Para llevar a cabo el trabajo fue contratado Haddon Sundblom, considerado uno de los artistas más importantes de imágenes publicitarias del siglo 20.

El dibujante se vinculó a la empresa en 1931, y durante 34 años trabajó los anuncios navideños, convirtiendo a Papá Noel en una potente imagen de Coca-Cola a nivel global.

Sundblom nació en Muskegon, ciudad del estado de Michigan, el 22 de junio de 1899 y falleció en Chicago a la edad de 76 años.

Para crear el personaje, Sundblom acudió al poema de Clarke Moore: “Era la noche antes de Navidad”, donde el escritor hace por primera vez una descripción del aspecto físico de Santa Claus (que era robusto, agradable y muy humano), que cada Navidad se encarga de llevar juguetes a los niños.

A partir de esa descripción, Sundblom dibujó el semblante bonachón del personaje, y lo vistió de rojo con ribetes blancos, los colores corporativos de la marca. Coca-Cola estrenó su “nueva identidad humanizada” en la Navidad de 1931.

En sus ilustraciones se acopló a las necesidades publicitarias de la marca para carteles, calendarios, vallas y anuncios en los establecimientos, sin dejar de lado el verdadero valor del ícono, que además de tener un direccionamiento comercial, transmitió la unión familiar, la paz y alegría en la época de Navidad.

Papá Noel, Quaker Oats y otras imágenes comerciales como las de chicas “pin-up” y familias estadounidenses de clase media consumiendo los productos anunciados en los medios de comunicación de la época, ayudaron a definir, desde la perspectiva del artista, el sueño americano.

A la edad de 72 años, Sundblom recibió el encargo de la revista Playboy para dibujar su portada de la edición de diciembre de 1972.

Con esa ilustración terminó su aporte al arte publicitario del siglo 20.