La cadena de cafeterías Starbucks anunció su asociación con la Universidad Estatal de Arizona (ASU) para proporcionar a todos sus empleados que lo deseen educación superior gratuita.
Esta iniciativa sin precedentes, permitirá a unos 135 mil empleados de Starbucks en Estados Unidos cursar alguna carrera universitaria a través de los programas en línea que ofrece la ASU, sin incurrir en ninguna deuda u obligación de permanecer con la compañía.
Los únicos requisitos para obtener el beneficio es contar trabajar por lo menos 20 horas a la semana en algún establecimiento de Starbucks y tener los estudios de preparatoria concluidos o la experiencia académica necesaria para ser admitido en la ASU.
En el caso de los empleados que ya cuentan con dos años de créditos de College tendrán derecho a un reembolso total de la matrícula, en tanto que aquellos que estén iniciando sus estudios superiores recibirán subsidios por valor de un promedio de 6,500 dólares.
Starbucks aún no ha determinado cuanto costará el programa ya que eso se definirá en cuanta gente tomará ventaja de las clases. Sin embargo, el portavoz de Starbucks, Jim Olson, dijo que el beneficio costará $30,000 por empleado.
Agregó que la mayoría de los 135,000 empleados de la compañía son elegibles, y que 70 por ciento de ellos no tienen títulos universitarios.
Empleados estudiando en otras instituciones pueden transferir sus creditos a la Universidad Estatal de Arizona. Una vez que completen el curso, los empleados no son forzados a seguir trabajando en Starbucks.
El programa fue dado a conocer este lunes por el presidente y director general de Starbucks, Howard Schultz, en una ceremonia en Nueva York en la que estuvo acompañado por el presidente de la ASU, Michael Crow, y la secretaria de Educación de Estados Unidos, Arne Duncan.
En un comunicado, Schultz dijo que la decisión de invertir fuertemente en sus empleados proviene de lo que él calificó como la «la fractura del sueño americano».
«No hay duda, la desigualdad en el país ha creado una situación en la que muchos estadounidenses se están quedando atrás. La pregunta para todos nosotros es: ¿Debemos aceptar ésto o debemos tratar de hacer algo al respecto?», cuestionó.