La última encuesta sobre los compradores de comestibles realizada por FMI – The Food Industry Association para su serie Tendencias de la Compra en EEUU 2023 revela que el significado de «buena relación calidad-precio» se está volviendo más complejo a medida que los consumidores navegan por los pasillos de los supermercados.
El análisis reveló varias consideraciones comunes sobre cómo los compradores de comestibles piensan en el valor, tanto para los alimentos y bebidas que compran como para las tiendas y canales que eligen para comprar, ya que la inflación, aunque lentamente a la baja en abril, persiste, informó el FMI en un comunicado de prensa.
Las nuevas dimensiones del valor en relación con la calidad, la relevancia, la experiencia y la comodidad se oponen a la antigua definición del valor medido por una simple ecuación de mayor cantidad a menor precio.
“Para el sector alimentario es fundamental comprender cómo los compradores de comestibles están ampliando su definición de valor a medida que ajustan sus patrones y hábitos de compra en medio de la continua incertidumbre económica”, afirmó Leslie G. Sarasin, presidenta y directora ejecutiva de FMI.
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“Este informe pone de manifiesto que el precio no es necesariamente el factor más importante cuando se trata de la percepción del valor por parte del comprador, y también que la noción de valor en sí misma se ha convertido en un cálculo cada vez más complejo, subjetivo e incluso personal”, agregó Sarasin.
Aunque los compradores de comestibles afirman que obtener una buena relación calidad-precio es una prioridad en todos los niveles de renta y demográficos, los más jóvenes están impulsando claramente el cambio en la definición de valor hacia una medición más holística que va más allá de la tradicional relación precio-cantidad.
Las exploraciones demográficas del informe revelan, por ejemplo:
- Con un 62%, los millennials dicen cada vez más que prefieren minimizar el desperdicio de alimentos comprando sólo lo que necesitan, una estrategia que habla de relevancia.
- La comodidad y una experiencia de compra agradable son también factores clave de valor para los compradores de comestibles más jóvenes: El 47% de los millennials dicen que están dispuestos a gastar más dinero para evitar comprar en varias tiendas, mientras que el 50% dicen que gastarían más para comprar en tiendas más agradables, en comparación con sólo el 16% de los Baby Boomers que expresan estos sentimientos.
- Los compradores más jóvenes también están más dispuestos a comprar los artículos de mejor calidad independientemente del precio. El 52% de los millennials y el 42% de la Generación Z expresan este sentimiento, frente al 22% de los Baby Boomers.
Entre el 75% de los compradores de comestibles que expresan su preocupación por el aumento de los precios de los alimentos, hay dos estrategias que se utilizan de forma sistemática en todos los niveles de ingresos: una mayor búsqueda de ofertas y un 41% de compradores que adquieren más marcas de la tienda.
Según Sarasin, “existe la percepción de que comprar en la tienda es el mejor método para obtener una buena relación calidad-precio. Esta creencia es compartida por todas las generaciones, aunque los compradores de comestibles más jóvenes son más flexibles y propensos a ver valor tanto en las compras en línea como en las compras en tienda, dependiendo de la situación”.