La historia de la sopa, alimento preferido de los hispanos

Se desconoce con exactitud hace cuantos miles de años se originó la sopa. Si fantaseamos con un plato de sopa, nos remonta a sabrosos recuerdos, a sabores únicos que no se olvidan, a casa de la abuela y a la tradicional gastronomía de nuestros países hispanos.

La sopa es una comida arraigada en las mesas alrededor del mundo y, por su potencial ilimitado para crear, agregar, condimentar, ya sea en caldo, crema o espesita -como a muchos nos gusta-, ha ganado fama en los menús, aclamada por sus fans y reconocidas en los libros de cocina.

La historia de la sopa se remonta al Paleolítico -hace más de 25,000 años- en Europa, periodo en el cual nuestros ancestros comenzaron a sumergir vegetales y trozos de carne en agua caliente por la necesidad de ablandar los alimentos crudos.

Los ponían en huecos naturales presentes en las rocas, para luego incorporar piedras previamente calentadas en el fuego para lograr la cocción. Esta preparación les otorgaba un gran aporte de calorías, además de ser muy útil durante la temporada de invierno.

La adición de diversos ingredientes y condimentos fue enriqueciendo los sabores y las texturas de los caldos, dando forma a las sopas.

Las grandes sopas de la cocina occidental recién harán su aparición a partir del siglo XVI, cuando los reyes Francisco I y Enrique IV de Francia incorporaron a sus deleites los potajes, los cuales se elaboraban con diferentes carnes de caza, hervidas y muy sazonadas.

Con el tiempo, las distintas culturas fueron incorporándole los alimentos que tenían a su disposición, dando lugar a platos arraigados profundamente en la historia culinaria de ciudades, regiones y países.

Clasificación de las sopas

De acuerdo con la guía internacional culinaria, las sopas están clasificadas. Estas son algunas de ellas:

  • Sopa clara: Caldo de color claro y textura delgada que suele servirse con carne, mariscos o verduras.
  • Sopa de crema: Sopa de color opaco, que se espesa al hacer puré con sus ingredientes, o con un agente espesante.
  • Sopa de verduras: Sopa de textura delgada preparada con una variedad de verduras, 100% libre de proteína animal.
  • Puré o Potaje: Preparado al hervir a fuego lento verduras e ingredientes ricos en almidón, para luego hacerse una preparación más sólida, de textura gruesa.
  • Veloute: Sopa de textura aterciopelada, a la que se le agrega un agente espesante, yemas de huevo y crema.
  • Bisque: Sopa cremosa preparada a base de mariscos, a la que se le agrega un agente espesante.

Nuestra herencia hispana

Las sopas juegan un papel predominante en nuestra cultura y menú diario, siendo un excelente preludio para un plato fuerte, así como otras, el plato fuerte por sí mismas.
Para la celebración del Mes de la Herencia Hispana, las sopas merecen un reconocimiento ya que han creado su propia distinción en países como México, Honduras, Guatemala y Costa Rica.

Hagamos un breve recorrido por algunas de ellas:

Sopas mexicanas

Con una base de caldos de pescado, res, cerdo o pollo combinados con verduras y maíz, la gastronomía mexicana ha ido creando todo un universo de variantes regionales que hablan de su imaginación y riqueza cultural.

Sopa Tolteca. Preparada con nopal, uno de los ingredientes más representativos de la cocina mexicana. Se trata de un cactus cuyos frutos, tunas o higos chumbos son dulces. Esta deliciosa sopa es a base de cebolla, ajo, chile poblano, jitomate, maíz, caldo de pollo y nopalitos tiernos troceados en cuadraditos.

Pozole Rojo. El pozole es una de las sopas más famosas de la cocina mexicana a base de un maíz especial de grano grande, el cacahuacintle o maíz pozolero, a base de carne cerdo, cebolla, ajo y laurel, chiles anchos y guajillos licuados. Se le agrega un aguacate cortado en dados, lechuga en tiras, rabanitos frescos laminados y cebolla picada.

Sopa de Tortilla. Conocida como sopa azteca, es elaborada con caldo de jitomates molidos, ajo y cebolla, sazonada con epazote y servida con tiras fritas de tortilla de maíz y chile pasilla, aguacate, queso asadero o fresco, y crema.

Sopa Kak’ik

Sopas de Guatemala

Kak’ik. Es Patrimonio Cultural Intangible. Esta sopa es preparada a base de caldo de pavo, sazonado con pepitoria, ajonjolí, hierbabuena y pimienta dorados. Se le agrega tomate, miltomate, chile pasa grande, pimiento rojo, cebolla y achiote. Se sirve acompañada con aguacate, arroz o tamalito blanco.

Caldo Chirín de Amatitlán. Mezcla encantadora de gallina, res, pescado y frutos del mar. Se sazona con cebolla de puerro, caldo de vegetales y camarón, jutes, tomate picado y huevos.

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Sopas de Honduras

Sopa de Olla. Preparación rica en proteína de res, elaborada a base de caldo de huesos de médula y codillo de res. Enriquecida con ajo, cebolla blanca, pimiento morrón y achiote en polvo. Se le agrega zanahoria, apio, col, mazorca de maíz desgranada y cortada en trozos, plátano verde, plátano dulce, yuca, calabacín y papa. Se sirve con arroz, tortillas y aguacate.

Sopa de frijoles con carne de cerdo. Es una de las mejores sopas hondureñas por la calidad de su caldo. Su preparación es a base de frijol rojo y carne de cerdo, pataste -vegetal típico de Honduras-, plátano verde, yuca. Se adereza con tomate, cebolla blanca, chile verde y consomé de carne. Se acompaña con chicharrones, queso, arroz, tortilla y limón.

Sopa de albóndigas

Sopas de Costa Rica

Sopa de Ropa Vieja. Es la típica sopa para un domingo, a base de leche, bolitas de cuajada y masa de maíz fritas. Se le agrega cebolla blanca, chile dulce, ajo, achiote y pimienta para aumentar su sabor.

Sopa de Albóndigas. Preparación perfecta para un día lluvioso y frío. Rescata las albóndigas de carne de res como protagonistas, mezcladas con harina de maíz y huevo. El caldo se prepara con cebolla, chile, cilantro, zanahoria y papa picadas en tiritas. Se le añaden las albóndigas y a disfrutar.

La variedad de preparaciones de las sopas típicas de Centroamérica es numerosa. Además tienen una enorme creatividad puesta por las manos de nuestros antepasados. Abuelas, madres y chefs que, con el toque de cada región, expresan una historia y muestran la diversa despensa de vegetales, tubérculos, condimentos y mezclas que las distinguen.

¡Gracias sopas por existir! Por regalarle a cada país o región una manera de recordarla. De extender su tradición, deleitando a las viejas y nuevas generaciones con sus colores, sabores y calor de hogar. Irresistibles al paladar, ubicándose en una de las preparaciones más consumidas del mundo.