Las más de 60 empresas hispanas interesadas en la construcción del polémico muro que el presidente Donald Trump quiere levantar en la frontera de Estados Unidos con México dejan de lado las consideraciones políticas o patrióticas y ven la obra como una oportunidad de negocio.
“Honestamente, para nosotros sería antes que nada un trabajo más de infraestructura y creador de empleos, algo que necesitamos en Nuevo México”, declaró Mario Burgos, de la empresa de construcción Burgos Group, quien destacó que su estado tiene una tasa de desempleo del 6.7%, la más alta del país.
Hijo de un peruano, Burgos dijo que la participación de su empresa familiar en un proyecto que puede repartir contratos por más de 20 mil millones de dólares, no tiene connotación antiinmigrante, sino que es cuestión práctica.
El gobierno de Donald Trump habría empezado a buscar la compra obligada de terrenos a lo largo de la frontera aún antes de tomar el poder, de acuerdo con documentos dados a conocer por los medios de comunicación.
La semana previa a la toma de posesión de Trump, Yvette Salinas recibió un aviso legal de que el Departamento de Seguridad Nacional estadunidense (DHS) quería construir el muro fronterizo en tierras de su familia.
El documento, titulado “Declaración de tomar”, dirigido a su madre, María Flores, ofrecía 2,900 dólares por 1.2 acres.
El texto advertía que si no aceptaba, podría ser embargada por el principio de “dominio eminente” o expropiación para beneficio público. “Da miedo cuando uno lee”, dije Salinas.
Salen de la licitación
La única empresa mexicana que participaba en el concurso para iluminar el muro, tomó la decisión de retirarse.
EcoVelocity es una firma poblana fundada por el empresario egipciomexicano, Theodore Nicholas Atalla, quien se retiró porque exigían el uso exclusivo de materiales estadounidenses.
Atalla comentó que había decidido participar ante la posibilidad de generar más empleo.
La mayoría en contra del muro
Sólo 38% de los votantes en Estados Unidos favorecen la construcción de un muro en la frontera Sur de este país, incluso si el costo fuera asumido por México, reveló un sondeo de la Universidad de Quinnipiac.
La encuesta reveló que 59% de los estadounidenses se oponen a la construcción de un muro en la frontera con México, que fue una de las promesas centrales de la campaña del ahora presidente Donald Trump.
Incluso, la oposición a la construcción del muro fronterizo aumenta al 63% si Estados Unidos tuviera que pagar el costo de su edificación, en tanto que sólo 35% apoyaría el proyecto bajo estas circunstancias.