Por Jessie Genoway
Un nuevo estudio de la Food Fortification Initiative (FFI) ha revelado una realidad sorprendente: menos del 6% de los productos de masa de maíz en los EE.UU. están fortificados con ácido fólico. Esta laguna representa una importante oportunidad perdida para que los productores de alimentos tengan un poderoso impacto en la salud pública, especialmente en las comunidades hispanas. Fortificar los productos de masa de maíz con ácido fólico podría ayudar a prevenir los devastadores defectos congénitos del cerebro y la columna vertebral, conocidos como defectos del tubo neural (DTN), que afectan de manera desproporcionada a las comunidades hispanas en EE.UU.
Las mujeres hispanas tienen un 19% más de probabilidades que las no hispanas de tener embarazos afectados por DTN, que pueden provocar abortos espontáneos, discapacidades graves en el niño o incluso la muerte del lactante. El ácido fólico, una forma de vitamina B9, es crucial para prevenir estos defectos congénitos cuando se consume antes y durante las primeras etapas del embarazo. Dado que aproximadamente la mitad de los embarazos en EE.UU. no son planificados, el acceso al ácido fólico a través de alimentos básicos como la masa de maíz es esencial. Sin embargo, a pesar de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) permitió la fortificación voluntaria de la harina de masa de maíz con ácido fólico en 2016, la evaluación reciente de FFI muestra que estos esfuerzos se han quedado cortos.
Ampliar la fortificación con ácido fólico a todos los productos de masa de maíz no solo es una medida crucial de salud pública, sino que también es altamente rentable. Fortificar un paquete de 4 libras de masa de maíz con ácido fólico cuesta menos de un centavo (sólo 0,18 centavos), y sin embargo tiene el potencial de prevenir 127-235 NTD anualmente en los EE.UU. Esta medida preventiva podría salvar a las familias del costo emocional y financiero de los defectos de nacimiento, con condiciones como la espina bífida que cuestan un estimado de $ 742.000 durante toda la vida. Además, la fortificación de los productos de masa de maíz podría generar ahorros sustanciales para el sistema sanitario, ya que los actuales esfuerzos de fortificación de los productos de trigo ahorran a EE.UU. unos 603 millones de dólares anuales.
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A pesar de los claros beneficios, el estudio de mercado de FFI en dos regiones de EE.UU. con grandes poblaciones hispanas -Texas y California- encontró que sólo el 47% de las bolsas de harina de masa de maíz estaban etiquetadas como fortificadas, y casi ninguna tostada o tortilla estaba fortificada. Estos resultados ponen de relieve que los alimentos enriquecidos no están llegando a todos los consumidores, dejando a muchos sin acceso al ácido fólico en su dieta diaria. Ampliar la fortificación a todos los productos de masa de maíz es fundamental para garantizar que todas las mujeres en edad fértil tengan un acceso constante a los nutrientes que necesitan para proteger a sus futuros hijos de las NTD.
Herramientas de comunicación sobre la masa de maíz fortificada
Para hacer frente a esta carencia, FFI ha desarrollado un conjunto de herramientas de comunicación sobre el enriquecimiento de la masa de maíz con el objetivo de concienciar y animar tanto a vendedores como a consumidores a demandar productos enriquecidos. Las herramientas también están disponibles en español.
Los fabricantes tienen el poder de mejorar significativamente la salud pública enriqueciendo sus productos, mientras que los minoristas pueden garantizar que los consumidores dispongan fácilmente de opciones enriquecidas.
Durante la Semana Nacional de Concienciación sobre el Ácido Fólico, del 8 al 14 de septiembre, y el Mes de la Herencia Hispana, del 15 de septiembre al 15 de octubre, FFI y sus socios lanzarán oficialmente la campaña y compartirán los mensajes clave del kit de herramientas. Trabajando juntos, la industria alimentaria y los consumidores pueden ayudar a reducir la incidencia de las NTD en las comunidades hispanas, salvando vidas y construyendo un futuro más saludable para todos.
El fortalecimiento es algo más que una forma segura y eficaz de garantizar que todas las comunidades obtengan los micronutrientes que necesitan: es una oportunidad para marcar la diferencia en las vidas de las generaciones futuras.
Acerca de la Iniciativa de Enriquecimiento de los Alimentos
La Food Fortification Initiative (FFI) es una asociación pública, privada y cívica cuyo objetivo es mejorar la salud en todo el mundo ayudando a gobiernos, organismos regionales, socios de la sociedad civil y productores de alimentos a planificar, aplicar y supervisar programas de enriquecimiento de los alimentos. Con sede en la Escuela de Salud Pública Rollins de la Universidad de Emory, la FFI lleva más de 20 años trabajando en distintas zonas geográficas para apoyar el enriquecimiento a gran escala de la harina y el arroz con nutrientes esenciales como el hierro, el ácido fólico y el zinc, con el fin de combatir el hambre no atendida y sus consecuencias, como la anemia ferropénica y los defectos congénitos del cerebro y la columna vertebral.