Poniendo un fin a los abusos de la industria de pescados y mariscos

El sector de la pesca, que emplea más de 58 millones de trabajadores a nivel mundial, está plagado de los derechos humanos y abusos laborales. El trabajo forzoso y abuso físico de los trabajadores en el mar y en plantas de procesamiento son problemas crónicos a lo largo de la cadena de suministro de pescados y mariscos. Los informes noticieros revelan las  historias de pescadores cautivos en el mar por años o encadenados por el cuello y los trabajadores migrantes que pasan 16 horas pelando camarones en agua con hielo, sin acceso a facilidades de servicios higiénicos.

Como el tercer mayor importador de mariscos, los consumidores de Estados Unidos, las empresas y las autoridades tienen un trabajo esencial para parar estos abusos. Según la Administración Nacional Oceánica y atmosférica, los estadounidenses consumen anualmente 4,5 billones de libras de pescado. Las evoluciones múltiples de las cadenas de subministro de mariscos de las principales marcas y los minoristas que se abastecen el en sector pesquero tailandés, recalcan los riesgos. Un estudio reciente de la organización sin fines de lucro Verité, examinó las operaciones de Nestlé en Tailandia, donde se producen las marcas Purina, incluyendo Fancy Feast. El estudio encontró evidencia de tráfico de seres humanos, mano de obra forzadas y el trabajo infantil en la cadena de suministro de Nestlé y sugiere que las cadenas de suministro de otras marcas están igualmente en riesgo.

Esto significa que los consumidores estadounidenses y nuestras mascotas, probablemente consumen productos pesqueros que fueron cosechados y preparados por personas padeciendo algunas de las peores condiciones de trabajo en la tierra. Los consumidores no toman esta noticia ligeramente. En el último año, Mars, Nestlé y Procter & Gamble han enfrentado demandas colectivas por no divulgar los trabajos forzados en sus cadenas de suministro de alimentos para mascotas.

La solución al problema en el sector de pescados y mariscos

La eliminación del trabajo forzado en el sector de pescados y mariscos, es una tarea monumental que requiere más de actores públicos y privados. En primer lugar, los gobiernos deben hacer más, tanto en los países de consumo norte América y Europa como en los de países proveedores como Tailandia.  En los Estados Unidos, el secretario de Estado John Kerry ha puesto en marcha una importante iniciativa, Our Ocean Summit, encaminada a proteger los recursos oceánicos. Esta iniciativa concuerda con los nuevos estándares propuestos por la Administración Nacional Oceánica y atmosférica incluyendo datos detallados para asegurar la trazabilidad de mariscos de cosecha para importar.

El mes pasado, el Congreso cerró un resquicio en la ley arancelaria de 1930 que había permitido la importación de pescados y mariscos y otros productos producidos por el trabajo forzado, mientras que la producción estadounidense no podía satisfacer la demanda interna. Ahora el gobierno tiene que ampliar sus datos propuestos incluyendo mano de obra forzada, un primer paso esencial en una aplicación efectiva.

En segundo lugar, las empresas como Mars, Nestlé, Walmart, también necesitan hacer más para mejorar sus prácticas de aprovisionamiento. Esto requerirá una mayor acción colectiva de líderes de la industria incluyendo una mayor inversión financiera para desarrollar mejores modelos de abastecimiento sostenibles que no dependen de un sistema de abuso laboral.

Por compartir la responsabilidad de regulación y abastecimiento sostenible, la industria y el gobierno pueden trabajar juntos para proteger a los trabajadores, consumidores y recursos globales.