6 Secretos Para Que El Chorizo a la Pomarola Te Quede Bien Sabroso

Si alguna vez preparaste chorizo a la pomarola y sentiste que le faltaba “algo”, este artículo es para ti. ¿Quieres saber por qué?

No se trata solo de mezclar chorizos con tomate y listo: hay pequeños detalles que hacen toda la diferencia y debes tomarlos en cuenta. 

Van desde la elección del embutido hasta cómo tratar la salsa. Después de todo, cada paso importa. En esta guía te compartimos 6 secretos clave para que hagas tu plato estrella.

No hace falta ser chef, solo prestar atención a los trucos que hemos resumido aquí. ¿Listo para llevar tu receta al siguiente nivel?

¿Cómo preparar chorizo a la pomarola?

El chorizo a la pomarola es un plato clásico, sabroso y muy fácil de preparar. 

Con pocos ingredientes y una buena salsa de tomate, puedes lograr una comida casera que siempre gustará a tus comensales. 

Ingredientes (para 4 porciones)

  • 4 chorizos 
  • 1 cebolla 
  • 1 pimiento 
  • Dientes de ajo
  • 400 g de tomate triturado 
  • 1/2 taza de puré de tomate 
  • 1 hoja de laurel
  • Sal y pimienta 
  • Aceite vegetal
  • Un chorrito de vino tinto
  • Ají molido o pimentón 

Preparación paso a paso

Dora los chorizos

Corta los chorizos por la mitad o déjalos enteros. Hazlo como prefieras. 

Dóralos por todos lados en un sartén. No es necesario cocinarlos por completo en esta etapa, solo sellarlos por fuera.

Sofríe los vegetales

Retira los chorizos. Ahora, en la misma olla, agrega: la cebolla y el pimiento. 

Cocina a fuego medio hasta que estén blandos. Luego, añade el ajo y sofríe.

Agrega el tomate y condimenta

Incorpora el tomate, la hoja de laurel, sal, pimienta y las especias que prefieras. 

Si te gusta, añade un poco de vino tinto para intensificar el sabor.

Incorpora los chorizos a la salsa 

Es momento de volver a poner los chorizos en la olla. 

Cocina todo a fuego bajo durante unos 25 a 30 minutos, hasta que la salsa esté espesa y los chorizos bien cocidos.

6 Secretos para preparar el chorizo a la pomarola

Como sabes, el chorizo a la pomarola es un clásico que nunca falla. Sin embargo, con algunos trucos puede quedar aún más sabroso. 

Echa un vistazo a los 6 secretos simples para potenciar el sabor y la textura de este plato.

1. Elige bien el chorizo: no todos funcionan igual

El tipo de chorizo que uses define el sabor del plato. 

Si es muy graso, puede resultar pesado. Por el contrario, si es muy seco, no se integrará bien a la salsa. 

Lo ideal es usar chorizos frescos, con buen contenido de carne y condimentos equilibrados. 

Te recomendamos evitar los muy procesados o los que tienen exceso de conservantes. Los chorizos criollos, por ejemplo, aportan una textura suave y un sabor intenso. 

¿Tienes la opción de elegir productos artesanales o de carnicería? Mientras mejor el chorizo, menos esfuerzo vas a necesitar para que el plato salga delicioso.

2. Dora el chorizo antes de cocinarlo con la salsa

Uno de los errores más comunes que comenten las personas es cocinar el chorizo directamente en la salsa. ¿Quieres saber la razón?

Dorarlo antes sella los jugos y realza su sabor. Este paso crea una capa dorada en el exterior que agrega textura y profundidad al plato.

Además, los restos que quedan en la olla después de dorar aportan sabor a la pomarola. 

No busques que se cocinen del todo en esta etapa, solo que se vean dorados. Luego los terminarás de cocinar junto con la salsa.

3. Haz una pomarola con ingredientes frescos y aromáticos

La salsa no es solo tomate: es el alma del plato. 

Usar ingredientes frescos como: ajo, cebolla y pimiento le da sabor. 

Si tienes tomates naturales bien maduros, úsalos. De lo contrario, los enlatados también funcionan. Agregar un chorrito de vino tinto o caldo le da un toque especial. 

Además, las hierbas aportan aroma y personalidad. 

Evita las salsas industriales cargadas de azúcar o aditivos. Una buena pomarola se cocina con tiempo, cariño y productos frescos.

4. ¿Tapar la olla o no? El detalle que cambia el resultado

Este punto parece que no tiene tanta importancia, pero influye mucho en el resultado final. 

Si tapas la olla, la salsa quedará más líquida.

Si la dejas destapada, el líquido se reduce y se concentra el sabor. Todo depende de la textura que busques. 

Una opción intermedia es cocinar tapado al comienzo y luego destapar para espesar. 

Es un detalle simple, pero puede hacer que tu chorizo a la pomarola pase de bueno a espectacular.

5. Cocina a fuego bajo para lograr un sabor más profundo

Cocinar a fuego lento permite que el chorizo libere su sabor sin secarse y que la salsa se impregne de todos los aromas. 

Puede ocurrir que si subes mucho el fuego, puedes quemar el tomate o endurecer el chorizo. 

En cambio, a temperatura baja todo se cocina de forma pareja, suave y sabrosa. 

Además, los ingredientes se mezclan mejor y los condimentos tienen tiempo de actuar. No apures el proceso, disfrutalo.

6. Déjalo reposar unos minutos antes de servir

Cuando apagues el fuego, no lo sirvas de inmediato. 

Dejar reposar el chorizo a la pomarola al menos 5 o 10 minutos permite que los sabores se asienten. 

Verás, la salsa se espesa un poco más, el calor se distribuye mejor y todo queda más sabroso. 

Además, te da tiempo para preparar el acompañamiento y poner la mesa. Es un paso sencillo pero muy efectivo. 

Acompañantes del chorizo a la pomarola 

El chorizo a la pomarola es un plato sabroso y con mucha personalidad, pero elegir el acompañante adecuado puede llevarlo al siguiente nivel. 

Desde opciones suaves hasta más contundentes, hay combinaciones para todos los gustos. Acá te compartimos los mejores acompañamientos para disfrutarlo al máximo.

Arroz blanco

¿Sabías que el arroz blanco es el acompañante más clásico y versátil para el chorizo a la pomarola?

Su sabor neutro permite que la salsa de tomate y los jugos del chorizo se luzcan. Además, absorbe muy bien el líquido, logrando un plato equilibrado y rendidor. 

Es fácil de preparar y económico. Puedes cocinarlo al vapor, hervido o con un toque de ajo para sumar sabor. 

Resulta ideal para servir en porciones generosas. Si sobra, también se puede aprovechar al día siguiente sin problemas.

Puré de papas

Podemos decir que es el segundo acompañante más común. 

Y es que el puré de papas combina a la perfección con el chorizo a la pomarola porque su textura equilibra la intensidad del chorizo y ayuda a suavizar el conjunto. 

Se puede preparar solo con papa, o enriquecer con un poco de mantequilla y leche. 

También es una gran opción para quienes buscan un plato más casero y familiar.

Si eliges el puré para acompañar tu plato, preséntalo en una fuente grande o en porciones individuales.  

Recuerda que no hay nada mejor que mezclarlo con la salsa caliente justo antes de dar el primer bocado.

Pan casero

El pan casero o una buena baguette no pueden faltar si la idea es disfrutar hasta la última cucharada de salsa. 

Su textura crujiente por fuera y suave por dentro lo hacen perfecto para acompañar platos con salsa abundante. 

No solo suma sabor, sino también una experiencia más completa al comer. Podés hornearlo en casa o comprar uno artesanal. 

También funciona bien para armar pequeños bocados con chorizo y salsa encima. 

Es práctico, económico y nunca falla. Si hay pan en la mesa, sabes que nadie se va a quedar con hambre.

Polenta cremosa 

La polenta es una opción más sustanciosa y muy sabrosa para acompañar el chorizo a la pomarola. 

Su textura suave y cremosa actúa como base perfecta para absorber la salsa. Es ideal para los días fríos, cuando el cuerpo pide algo caliente y reconfortante.

Elige cocinarla con agua, leche o caldo, y agrégale queso rallado para darle más sabor. 

También se puede servir en un plato hondo, con el chorizo y la pomarola por encima. Es un clásico de la cocina casera con un toque gourmet.

Fideos 

Si quieres transformar el chorizo a la pomarola en un plato bien completo, te sorprenderá saber que los fideos al huevo son una gran opción. 

Su textura firme y capacidad para absorber la salsa hacen que combinen muy bien. 

Puedes usar tallarines, cintas o cualquier tipo de pasta larga. Solo necesitas cocinarlos al dente y servirlos con una buena cantidad de salsa y trozos de chorizo. 

Si bien es una versión diferente, resulta muy sabrosa y rendidora.