6 Razones para cocinar a la parrilla 

¿Por qué cocinar a la parrilla? Preparación fácil, rica, saludable e ideal para fiestas o momentos de tranquilidad. 

Por lo general, la diversión está asociada a la comida que desprende grasa y contiene azúcar. Sin embargo, esta técnica de cocción demuestra lo contrario.

¿Hay algo mejor que ver esas marcas de la parrilla en las piezas que vamos a comer? Incluso, su olor y sabor son señales de que nos espera un gran momento, aunque estemos solos. 

¿Todavía no te convence cocinar así? Aquí tienes 8 beneficios para que despejes tus dudas. 

1. Retiene los nutrientes en la carne

¿Cuál es el objetivo de comer carnes? Incluir nutrientes en nuestra alimentación, ¿cierto? Bueno, asar a la parrilla, conserva y sella la riboflavina y la tiamina dentro de cada porción. 

Estos son dos tipos de vitamina B cuya función es aportar anergía a través de las síntesis de los alimentos. Ahora bien, este proceso sucede con cualquier prototipo de parrilla. No obstante, elige las de pellets.

¿El motivo? Han ganado popularidad en los últimos años, ya que, a diferencia de las que usan el carbón tradicional, su fuente de combustible es cien por ciento natural.

Además, tiene controladores de temperatura. Esto es ideal para combatir el cáncer que producen las sustancias químicas que emanan las carnes cocidas con mucho calor.

2. Es una de las formas más saludables de cocinar

Menos grasa, más salud. Esa es una premisa de la cocción a la parrilla. Lo consigues al colocar las carnes en el asador. Específicamente, porque hace que la grasa destile y no se absorba.

De esta forma, eliminas el colesterol malo y disminuye el contenido calórico. Ojo, no pienses que vas a comer algo insípido. Al contrario, como el tiempo de cocción es más corto, se mantiene la humedad y, por ende, el sabor. 

Por otra parte, en cuanto a las verduras, asarlas a la parrilla permitirá que conserven todas sus vitaminas, minerales, textura y color. 

3. La comida tiene un sabor insuperable

¿Te sigues preguntando por qué cocinar a la parrilla?

Veamos si esto te convence: el esfuerzo que haces, indudablemente, se ve recompensado con el sabor. Es tan único que cualquiera puede pensar que tienes un secreto.

Sin embargo, nada mejor que hacerlo al aire libre.

Las parrillas eléctricas ubicadas en el interior del hogar no dejan la misma sensación. De hecho, esto tiene algunas explicaciones científicas. Veamos. 

Humo

Claro que el humo es el responsable del sabor de tus carnes, pero este no aparece con magia. Se crea cuando la grasa golpea las briquetas calientes.

De esta forma, la comida absorbe el humo y produce ese sabor ahumado que a todos nos gusta. 

La reacción de Maillard

Ocurre cuando la temperatura consigue un rango específico que va desde los 280 a 300 °F o desde los 138 a 149°. 

En ese momento, las moléculas de azúcar hacen que los aminoácidos en el alimento se descompongan para generar nuevas moléculas de sabor. 

Esto se evidencia en la superficie de la comida a través de la corteza marrón y carbonizada, uno de los elementos más sabrosos que conseguimos en estos platos. 

Caramelización

Esta es otra reacción química que produce sabor. Aunque es similar a la reacción de Maillard, ocurre en los alimentos que no son proteínas. 

La caramelización activa las moléculas de azúcar en los productos que usas para cocinar la carne, como los condimentos, salsas y adobos. 

4. Cocina versátil

Cuando pensamos en cocinar a la parrilla, solo nos imaginamos carnes, mariscos y verduras. Si bien quedan deliciosas, existen otras opciones. 

Solo necesitas activar tu ingenio. Por ejemplo, ¿qué te parece comer una pizza o quesadilla de esta manera? Sentirás que el sabor es diferente y quizás no vuelvas a la técnica tradicional. 

Conviértete en un chef aventurero y atrévete a poner en la parrilla cualquier tipo de alimentos. ¿Frutas? Quedarán perfectas. ¿Bizcochos? Si no lo has hecho, estás cometiendo un error. 

Piensa más allá y arriésgate con:

  • Pan
  • Arroz 
  • Huevos 
  • Tocino

5. Menos salsas y condimentos

¡Listo! No te preguntes más por qué cocinar a la parrilla.  Con este método las temperaturas altas suprimen la necesidad de cocinar con aceite, mantequilla o salsas. 

Para conseguir un sabor inigualable solo debes controlar el calor al que sometes tus productos. Esto, además, mantiene la humedad y suavidad que los caracteriza. 

Simplemente, sazona las carnes o las verduras con algunas especias o adobos caseros. ¿Ketchup? ¿Salsas de la tienda? Contienen gran cantidad de azúcar y calorías. ¡No las uses!

6. Disfrutas del aire libre

La idea de cocinar a la parrilla es salir del entorno en el que te encuentras normalmente. Por esto, hacerlo al aire libre es algo inherente a esta técnica de cocción. 

Claro, desiste si hace mucho frío o llueve a cántaro. De lo contrario, no dudes en salir al patio. De este modo, tu cuerpo se beneficiará de la vitamina D del sol.

Es decir, que absorberá más minerales y mantendrás tus huesos y músculos sanos. ¡Hay más! El aire fresco te brindará otros beneficios:

  • Limpiará tus pulmones
  • Mejorará tu estado de ánimo
  • Aumentará tu capacidad de concentración
  • Renovará tus células

Y lo mejor de todo: aportará bienestar a tu mente. ¿Cómo? Si cocinas con compañía, las charlas y las carcajadas disminuirán el estrés. Por esto, las parrillas son un gran plan para olvidar los problemas.

Te sacarán de tu zona de confort, ya que te involucrarás con el proceso, la comida y su sabor.