La pandemia aceleró nuevos modelos virtuales de negocios que ya tenían unos años funcionando con bajo perfil o sin mucho éxito. Pero el encierro, el miedo a salir, así como la comodidad de la entrega a domicilio, hicieron que las plataformas de compra en línea usando como base el supermercado local, crecieran exponencialmente y llegaran para quedarse.
Con base a este éxito se generaron modelos virtuales de negocios más sencillos, rentables y de mayor margen de utilidad tanto para las marcas como para el vendedor virtual.
Estos modelos virtuales de negocios son la creación de pequeños centros de distribución que atienden exclusivamente a una población base de no más de tres millas a la redonda y con tiempo récord de entrega sin tener que lastimar al consumidor en el bolsillo con costos de entrega o servicios adicionales.
El modelo de estos centros es sencillo, analizan los productos más consumidos en una zona en especifico y sólo venden el 80/20 de los mismos, ofreciendo únicamente dos o tres marcas de cada producto y se apoyan en promoverlo de forma geolocalizada en redes sociales o folletos enviados a los buzones de las residencias cercanas.
Bajo este esquema, la “tienda virtual” reduce en 90% el número de empleados que tendrían en un espacio tradicional, se enfocan en control logístico, almacén, compras y tecnología, el resto de lo que tradicionalmente pensamos sería uno de sus pilares como la entrega, se da a terceros mediante aplicaciones como Uber Eats, entre otras.
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Este nuevo formato comercial de modelos virtuales de negocios ofrece en alimentos, licores y medicinas, donde los clientes saben que en menos de media hora tendrán el artículo necesario y la practicidad de efecto inmediato.
La aplicación es enorme, desde ordenar el licor para una fiesta donde también necesitan hielo y cigarros, hasta la ama de casa que necesita ahorrar dos horas de su tiempo en la compra del supermercado para poder ayudar a sus hijos con la tarea.
El beneficio adicional de los modelos virtuales de negocios lo obtienen las ciudades que tienen activos muertos como edificios vacíos, porque se les puede dar una nueva utilidad, reactivando otros sectores ligados al concepto de la tienda virtual.
Ahora bien, las marcas tienen que comenzar a afiliarse y entender este modelo que será una vertical en los próximos años, donde la gente dejará de ir al supermercado para explorar nuevas marcas.
La creatividad del marketing delimitará la compra de sus productos, las inversiones de marcas se destinarán a los esfuerzos digitales para que aparezcan en las opciones de compra del consumidor con sus carritos virtuales dentro de una aplicación y donde la inteligencia artificial de las plataformas determinará con gran ventaja lo que se venderá.
Por ejemplo, si la aplicación intuye que, con base a compras previas o por las búsquedas que está realizando, el consumidor está por preparar un asado, el sistema enviará de inmediato sus ofertas de sazonadores, salsas, descuentos en carne, etc., para incrementar el ticket del carrito y aprovecha los fondos de promoción de las marcas para este impulso.
El cambio a los modelos virtuales de negocios ya está en camino y este es el futuro del crecimiento para las marcas en los próximos años.