Tenderos de EEUU piden al Congreso rechazar restricciones al SNAP

La National Grocers Association (NGA), junto con los tenderos independientes de todo el país, enviaron una carta al Congreso oponiéndose a los recientes esfuerzos dentro del proyecto de ley de Asignaciones para Agricultura de la Cámara de Representantes para el año fiscal 2024 que busca restringir las compras del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés).

La NGA dijo que el proyecto de ley incluye dos disposiciones que socavarían el SNAP:

  • Una crearía un programa piloto para catalogar y restringir las compras del SNAP.
  • La otra recopilaría datos de compras del SNAP con el objetivo de restringir eventualmente las compras con el programa de asistencia.

“Una de las principales razones por las que el SNAP es un programa tan eficaz es por la facilidad de procesamiento de las transacciones tanto para los minoristas como para los beneficiarios, lo que permite a la gente tomar las mejores decisiones para sus necesidades nutricionales y sus familias”, dijo Stephanie Johnson, RDN y vicepresidenta de relaciones gubernamentales de la NGA.

“Los supermercados independientes apoyan la opción SNAP porque mantiene un programa ya de por sí exitoso y garantiza que las familias puedan comprar con la misma dignidad y facilidad que cualquier otro cliente de los supermercados”, añadió Johnson. 

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Casi 2,500 miembros de la NGA de todo el país, ubicados en todos y cada uno de los distritos del Congreso, firmaron la carta que fue enviada al Congreso el martes 20 de febrero de 2024.

Parte de la carta afirma: “Las necesidades dietéticas de la población del SNAP son diversas y ninguna dieta sería apropiada para todos los participantes. Por ejemplo, un enfermo de cáncer que lucha por ganar peso no tiene las mismas necesidades que un niño que lucha contra la diabetes”.

Así mismo, la carta explica que, a diferencia de otros programas de nutrición, como el de Mujeres, Bebés y Niños (WIC), la flexibilidad es clave para el éxito del programa, y las restricciones limitarían la capacidad del programa para reaccionar ante las necesidades cambiantes de la comunidad.

La sencilla estructura del SNAP cuenta con una red de 259,000 minoristas, lo que mejora la accesibilidad a las comunidades menos favorecidas.

También, los miembros de la NGA señalan al Congreso que igual de preocupante es la propuesta de supervisar las compras del SNAP, en esencia pidiendo a los minoristas, como una extensión del gobierno federal, que espíen los hábitos de compra de sus clientes y lleven un registro de cómo gastan su propio dinero.