A pesar de todos los temas que afectan a la comunidad latina que vive en Estados Unidos, para la gran mayoría de los hispanos inscritos para votar en noviembre la economía es el aspecto más importante.
Así lo muestra un sondeo realizado por el Pew Research Center que deja ver que hay una proporción casi idéntica a la registrada entre el padrón electoral estadounidense.
El sondeo concluyó que tras la economía, el resto de prioridades para los hispanos en orden decreciente son la atención médica, el terrorismo y la inmigración.
4 de cada 10 hispanos dicen que sus finanzas personales disfrutan de una salud excelente o buena, casi el doble que en el peor momento de la Gran Recesión.
Los hispanos también dan más importancia que la población general estadounidense no sólo a la política migratoria (79% vs 70%), sino también a la atención médica (82% vs 74%), la educación (78% vs 66%) y al trato a las minorías sexuales (50% vs 40%). El estudio estimó en 27.3 millones (12% del total) la cantidad de hispanos que reunirán los requisitos para votar en noviembre, pero solo la mitad de los latinos dijeron estar «completamente seguros» de estar inscritos para votar, comparado con el 69% de afroamericanos y 80% de blancos.
Sin embargo, un 63% de los hispanos asegura estar más interesado en la política ahora que durante la campaña electoral previa a las elecciones presidenciales de 2012.
Por otra parte, el Pew mostró en otro informe que los hispanos son cada mes más optimistas sobre sus finanzas personales, aunque la comunidad arrastra cifras de empleo, ingresos y riqueza peores que el promedio nacional. Según el informe, cuatro de cada diez hispanos dicen que sus finanzas personales disfrutan de una salud excelente o buena, casi el doble que en el peor momento de la Gran Recesión. Son mucho más optimistas que la media estadounidense, que permaneció estancada entre 2008 y 2015.
El 81% cree que sus cuentas mejorarán todavía más en el próximo año, y el 72% augura que sus hijos contarán en el futuro con unas mejores condiciones financieras que las que ellos tienen en la actualidad.
La fi rma de encuestas resalta el optimismo hispano, sobre todo al compararlo con los indicadores económicos de la comunidad.
La tasa de desempleo (5.6%) y tasa de pobreza (23.6%) persisten más altas que el promedio nacional. La media de ingresos se estancó alrededor de los 42,000 dólares anuales por familia desde la Gran Recesión de 2008. Y, peor todavía, la comunidad hispana es la que más riqueza perdió desde el la recesión económica.