¿A qué retos se enfrenta la industria de alimentos y bebidas en la actualidad?

En los últimos años, los consumidores han liderado una ola de cambios sustanciales en la industria de alimentos y bebidas

Inesperadamente, hubo un cambio de paradigma relacionado con la forma en que eligen lo que van a llevar a sus mesas. Junto a esto, también surgieron nuevos hábitos alimenticios. 

Ahora, por ejemplo, buscan productos sin azúcar ni grasa para mantenerse alejados de enfermedades y procurar una vida saludable. 

De ahí que los empresarios hayan tenido que cambiar la forma en que enfrentaban el mercado. Tuvieron que innovar en procesos de fabricación, e introducir nuevas mercancías

Sin duda, el resultado ha sido óptimo. Es un negocio que no ha dejado de producir cifras multimillonarias y el crecimiento, evidentemente, ha mostrado un ritmo encomiable.  

Sin embargo, el 2023 llega con otros desafíos. Por esto, el reto es abordar cada uno de ellos de manera efectiva para que los usuarios mantengan la confianza intacta en los empresarios.

Veamos cuáles son.

La guerra y la inflación resultante

La pandemia del Covid-19 dejó repercusiones considerables en la industria de alimentos y bebidas: compras por pánico, escasez, desempleo y más.

Muchos pensaron que todo iba a terminar cuando el virus desapareciera. No fue así. En la actualidad parece que esto no tiene fin. 

Los problemas causados por el hombre, el cambio climático y la guerra han empeorado el panorama. 

¿Por qué? Dos de los países más importantes en la fabricación, producción y exportación de alimentos son Rusia y Ucrania. Antes del conflicto, suministraban alrededor del 30% de la cebada y el trigo al mundo.

Exactamente, 36 países, algunos muy vulnerables y empobrecidos, dependían de ellos para abastecerse con más de la mitad del trigo que necesitaban.

Esto, la extrema concentración de suministros y de reservas de alimentos han provocado el aumento considerable de la inflación. 

De hecho, ha superado la estrepitosa cifra del 15% en más de 36 países, según datos publicados por el Instituto de la Paz de los Estados Unidos.

De ahí que, por ejemplo, los barcos que operan en el Mar Negro deban cancelar primas de seguro cada vez más altas. ¿El resultado? El precio de los alimentos básicos ha aumentado considerablemente.  

Eliminación de residuos plásticos

¿Cuáles son los efectos de los desechos plásticos? Innumerables. Provocan más emisiones de carbono, ya que son un subproducto del petróleo. 

Además, afectan la salud de todos. En marzo de 2022 encontraron, por primera vez, sangre humana con microplásticos.

¡Hay más! Se prevé que para el 2050, los océanos tengan más plásticos que peces. 

De hecho, la encuestadora Ipso determinó que el 88% de las personas en el mundo reclaman un tratado internacional que resuelva el tema.

Como consecuencia, las Naciones Unidas está siendo sede de algunas negociaciones que buscan un acuerdo que sea legalmente vinculante para el 2024. 

Mientras esto sucede, es inminente que la industria de alimentos y bebidas desarrolle modelos de reutilización que sean coherentes y a gran escala. 

Una de ellos es la iniciativa Consumers Beyond Waste del Foro Económico Mundial. La cual busca, desde el 2019, allanar el camino para eliminar los desechos plásticos. 

¿Cómo? Reuniendo empresas globales y emergentes con gobiernos y fundaciones sin fines de lucro para promover modelos de compra sostenibles y un consumo responsable. 

Por ejemplo, en 2022, Coca-Cola y PepsiCo se comprometieron a entregar el 25% y el 20%, respectivamente, de sus bebidas en envases reutilizables. 

Ahora bien, otras compañías se han sumado es aras de crear, en este 2023, métricas con las que se pueda computar y estandarizar la reutilización de plásticos. 

Más productos orgánicos y menos procesados

Es evidente que en las últimas décadas han incrementado los casos de trastornos alimenticios. 

Entre ellos, la diabetes se ha convertido en un problema de salud pública y la obesidad es una de las principales causas. 

Por esto, los consumidores han decidido cambiar su vida y han elegido la dieta como uno de los pilares principales de esta transformación. 

Entonces, han apostado por adquirir productos sin edulcorantes artificiales ni conservantes añadidos

¡Esto no es todo! Ahora, son menos las personas que buscan comestibles procesados. Incluso, este sector ha sufrido una caída extrema en sus ventas.

Así que, otra tendencia a la que se va a tener que adaptar el mercado es a la creciente demanda de alimentos orgánicos. Son más nutritivos y saludables. 

De ahí que muchos productores se cambien a la agricultura ecológica, donde hay menos pesticidas que causan efectos nocivos para la salud de los comensales y el medio ambiente. 

El ascenso del veganismo como tendencia

El creciente debate sobre la calidad de los alimentos ha destrabado otras preocupaciones. Es una larga lista y el maltrato animal ocupa los primeros puestos.  

Las redes sociales y otras plataformas han sido una herramienta importante para exponer el tema y crear conciencia. El resultado lo dice todo: cada vez más consumidores eligen una alimentación vegetariana o vegana.

Por esto, la industria de alimentos y bebidas ha sido testigo de la disminución en la demanda de los productos carnívoros. 

Los usuarios optan por etiquetas como: “libre de jaulas” o similares.

¿Qué hacer? Los productores deben garantizar el trato ético de los animales, no solo para aumentar sus ventas, sino para mantener una buena reputación. 

En este sentido, muchos han optado por idear alternativas basadas en plantas. De esta forma, se han logrado mantener activas y en funcionamiento las cadenas minoristas. 

Un ejemplo es la empresa MeliBio, la primera en el mundo que ha creado miel a base de plantas. 

¿Resultados? Después de asociarse con Narayan Foods, tiene como objetivo llevar sus productos a 75.000 tiendas europeas.

Tras considerar estos retos, las empresas deben atender un último desafío: cumplir con las regulaciones que marcan organismos como EPA, FTC y OSHA. 

De hecho, la administración de Joe Biden asignó $3.530 millones en fondos para la FDA. Es decir, $226 millones más que en el 2022.

Esto significa que a la industria de alimentos y bebidas le espera un 2023 donde deben poner el foco en los usuarios, el medio ambiente y los reglamentos de logística. Al final, estos son elementos que van de la mano.