Existen plantas que tienen funciones específicas y, a veces, excluyentes. No obstante, hay una que es versátil por sus diferentes aplicaciones: el bambú japonés.
Estamos acostumbrados a especies que solo sirven para decorar, como remedio natural o materia prima para fabricar productos industriales.
El bambú japonés ofrece diversas soluciones. Sí, históricamente, ha sido de gran ayuda para la subsistencia de muchas comunidades.
En el pasado, era utilizado para fabricar armas, como arcos y flechas. Eso cambió y ahora la evolución es evidente.
Además de aparecer en rituales, es empleado para elaborar objetos de la vida diaria como cestas, escobas, cañas de pescar y mucho más.
Incluso es común conseguirlo en platillos del país oriental. Sigue leyendo aquí todo lo que debes saber sobre el bambú japonés.
Tabla de contenidos
¿Cómo crece el bambú?
No hay que dominar el tema de la agricultura para saber que la cosecha de una buena semilla lleva tiempo.
Sin embargo, quien cultiva la tierra para el bambú es consciente de que necesitará más paciencia de lo normal.
Si bien esta planta requiere de los cuidados normales, solo se empiezan a ver los cambios siete años después.
Primero, se siembran las semillas, se abonan y riegan constantemente. Pero durante los años posteriores no sucederá nada a simple vista.
¿Eres un cultivador inexperto? Entonces, posiblemente creas que la tierra no es fértil o tus semillas son estériles. ¡Error!
La acción está ocurriendo bajo la tierra.
El bambú necesita una base sólida y eso lo logra gracias a un sistema fuerte y complejo de raíces. Las mismas que lo sostendrán el resto de su vida.
Luego de esos siete años, la planta germinará y no parará de crecer. De hecho, en solo semanas es probable que llegue a una altura de 30 metros.
Otra característica relevante es que no importa cuántas veces lo cortes, siempre volverá a crecer.
Rasgos característicos del bambú
Pero, ¿cómo es la estructura de este árbol?
Cuando algunas personas hablan sobre el bambú, se refieren a él como un árbol. Lo entendemos porque lo asocian con su gran altura.
Sin embargo, esto es una equivocación.
En realidad es una planta. Específicamente, pertenece a la familia del trigo, arroz y maíz. Es decir, a las gramíneas.
Ahora, hablemos de su morfología. El culmo o tallo es leñoso y se divide en nodos.
Cuando tienes uno en tus manos, la sorpresa te la llevas al ver cómo es por dentro: entre nodos es hueco.
Otra característica peculiar es que su base es un tallo subterráneo que crece horizontalmente y a decenas de centímetros de la superficie.
Su nombre es rizoma y de él pueden surgir varios brotes, los cuales dan vida a los cultivos individuales.
Especies y características del bambú japonés
En el mundo existen alrededor de 1200 especies de bambú. Ahora bien, no todos son japoneses.
En Japón solo crecen 250 variedades que pertenecen a dos especies particulares: sasa y bambú.
La primera alcanza una altura de 0.5 a 4 metros y la vaina (cubierta protectora) del culmo o tallo permanece intacta con el pasar del tiempo.
Mientras tanto, la segunda es capaz de llegar hasta los 20 metros de altura, un proceso que hace que la vaina se desprenda y caiga.
De ella nacen las tres variedades más comunes: el mosochiku, el madake y el hachiku. Veamos en qué se diferencian:
Bambú mosochiku
Hace unos quinientos años, llegó al país desde China. Es un bambú gigante que supera los 20 metros. En concreto, es capaz de conseguir hasta 28 metros.
Su aplicación más común la vemos en la industria textil dedicada a la producción de seda artificial.
Asimismo, muchos de los brotes de bambú que encontramos en la gastronomía japonesa son de esta familia.
Bambú madake
Esta especie es nativa tanto de China como de Japón. Alcanza hasta 20 metros de altura y, por lo general, su diámetro es de 10 cm.
Los puedes reconocer por su color. Su tallo es oscuro y particularmente muy recto.
Precisamente, por esta última característica es muy preciado para labores de construcción y fabricación de muebles.
Bambú hachiku
Sobre el origen de esta especie hay dudas. Hay quienes dicen que son de Japón. Otras versiones aseguran que llegó a este país desde China en el periodo Nara.
Aparte de esta ambigüedad, existen muchas otras. Y esto se debe a que su ciclo de floración es de 120 años; así que, es poca la información que hay sobre él.
Usos del bambú japonés
Al ser una hoja perenne, los japoneses han encontrado múltiples formas de usar el bambú. Siempre hay algo que hacer con sus hojas, culmo, brotes, etc.
Y precisamente esa sensación de permanencia ha hecho que las personas lo consideren como una planta sagrada.
Es usado como decoración en rituales ceremoniales y fiestas anuales. Uno de ellos es el ritual jichinsai.
Es una ceremonia que realizan antes de que inicien los trabajos de construcción. Con el bambú y sus hojas adornan altares.
Aparte, tienes otras aplicaciones, ya que es muy flexible, liviana y fácil de cortar.
Como mencionamos anteriormente, lo elegían para la producción de armas; ahora, lo utilizan para crear artesanía.
De igual forma, para fabricar escobas, paraguas, palillos, aparejos de pesca y materiales para construir casas.
En la gastronomía también es un elemento importante. Por un lado, aprovechan las propiedades antibacterianas de las hojas y la vaina.
Por otro lado, son empleados para envolver alimentos.
Dos de ellos son el dango (albóndigas) y el onigiri (bolas de arroz). De ahí, que existan muchos platos donde el bambú está presente.
3 Recetas con bambú japonés que no conocías
Los brotes de bambú son grandes protagonistas de la cocina japonesa en la primavera.
Son un ingrediente de temporada muy esperado por los chefs y comensales.
Si eres amante de los brotes debes salir a la montaña y encontrar los que aún no han llegado al suelo. Espera el momento adecuado y coséchalos.
Esos son blandos y los puedes comer crudos.
Otra opción, la más común, es esperar a que se expongan a la luz solar y comience la fotosíntesis.
En ese punto, su sabor es amargo y picante. La clave es cocinarlos inmediatamente después de la cosecha.
De cualquier forma, deben hervirse por una hora antes de disfrutar.
En seguida, tres platillos muy conocidos:
Arroz con brotes de bambú japonés
Es el plato con brotes más típico y, por ende, un imprescindible para los japoneses en la primavera.
Se cocinan junto al arroz y el resultado son brotes fragantes y crujientes con un sabor terroso.
Brotes de bambú
Esta es una merienda saludable.
Se hacen a la barbacoa. ¿Cómo? Hierves los brotes y los marinas. Luego, se insertarlos en una brocheta y ¡listo! Ásalos sobre el carbón.
Brotes de bambú procesados
Los consigues en cualquier tienda o supermercado.
Cómelos frescos o utilízalos para preparar menma, un condimento que te servirá, por ejemplo, para acompañar un ramen japonés.
Solo debes hervir los brotes, cortarlos en rodajas y fermentarlos.
¿Cuál es el objetivo de los bosques de bambú japonés?
Gracias a los rasgos característicos de esta planta, los japoneses siempre han considerado a los bosques de bambú como lugares seguros.
Su altura y fuerza, lo convirtieron en la planta protectora de muchas comunidades.
Y es que sus rizomas fijados a la tierra, crearon un sistema extenso y sólido que desde el período de Meiji (1868-1912) previene y aguanta los daños causados por desastres naturales.
Los bosques actuales nacieron en esa época, cuando los nativos plantaron bambúes a lo largo de los ríos y diques de embalses, cerca de los asentamientos humanos.
Ellos sabían que eran menos propensos a colapsar que otras especies. Así que los eligieron como escudo protector.
Situación actual
La demanda de bambú disminuyó a partir de 1960 cuando comenzó a prosperar la industria de productos plásticos.
La urbanización fue otro factor que suplantó el uso del bambú. ¿Consecuencias? El número de bosques en desuso aumentó considerablemente.
Ahora tienen una densidad tan alta que cuesta caminar entre ellos. ¿Recomendaciones? Talar con regularidad para que no crezcan demasiado.
El objetivo es conseguir un nivel de densidad equilibrado para que la luz del sol penetre con facilidad y los ejemplares prosperen.
Así surgirían especies idóneas para la construcción y artesanías.
Al mismo tiempo, germinarían brotes sabrosos y se propagarían adecuadamente para la prevención de desastres.
El bambú y la sostenibilidad
Los objetivos de desarrollo sostenible han hecho que gobiernos, organizaciones e instituciones de todo el mundo viren la mirada hacia el bambú japonés.
Este es un recurso renovable que ha ganado importancia en este campo. De hecho, autoridades locales y personas relacionadas con la materia han tomado medidas.
Están trabajando con residentes para utilizar y gestionar los bosques de bambú abandonados.
Paralelamente, están ideando y desarrollando nuevas formas de utilizar la planta.
Evidentemente, estamos frente a una planta que, sin duda, le regala a la humanidad muchos beneficios.Es fuerte, tiene bases sólidas, flexible, renovable y tiene dotes decorativos. Cuéntanos, ¿qué harías con un bambú japonés?