Un nuevo estudio proporciona aún más incentivo para no comer comida rápida al constatar que la comida rápida es una fuente de productos químicos llamados ftalatos, que se han relacionado con una lista de posibles cargas de salud como trastornos hormonales y menor conteo de espermatozoides.
El nuevo informe, publicado en la revista Environmental Health Perspectives, encontró que las personas que consumían más comida rápida también tenían mayores niveles de dos sustancias que se producen cuando los ftalatos (que hacen el plástico más flexible), se descomponen en el cuerpo. «El mismo rango de concentraciones medidas en este [grupo] se superpone con el rango de concentraciones que se han medido en algunos de los estudios epidemiológicos que encuentran efectos adversos para la salud», dice el autor del estudio Ami Zota, profesor asistente de salud ambiental y ocupacional en la Escuela de Salud Pública George Washington University Milken Institute.
El estudio de químicos en la comida rápida
Para llegar a estas conclusiones, Zota y sus co-autores analizaron los datos de más de 8.800 personas que formaban parte de un estudio en el que se detallan todos los alimentos que comían en las últimas 24 horas y luego presentaron una muestra de orina. Se identificaron dos productos derivados de ftalato específicos: DEHP y el DINP. Las personas que comieron 35% o más de sus calorías totales de comida rápida en las últimas 24 horas tenían niveles más altos alrededor del 24% de DEHP en comparación con las personas que no comieron comida rápida, y cerca de 40% de niveles más altos de DiNP. El equipo también estudió en busca de rastros de BPA, pero no observó un patrón.
En general, aproximadamente un tercio de todas las personas en el estudio había comido comida rápida en el día anterior. «Eso es mucho,» dice Zota. «Eso solo le indica el impacto en la salud pública de este tipo de preparación de los alimentos.» Se cree que los ftalatos pueden filtrarse en los alimentos durante la preparación o envasado. Guantes de plástico y cintas transportadoras podrían ser fuentes, Zota dice, y el calor de la cocción también pueden hacer que sea más fácil para los productos químicos que lleguen a los alimentos.