El ajiaco a la chilena es un delicioso plato tradicional que forma parte de la gastronomía de Chile, que resulta ideal para los días fríos.
Este guiso de carne y verduras es un claro reflejo de la cocina casera chilena, que destaca por sus sabores simples pero profundos.
Aquí aprenderás cómo hacer un ajiaco a la chilena, así como también otros aspectos que convierten este plato en uno de los más emblemáticos de Chile.
Tabla de contenidos
- Historia del ajiaco chileno
- ¿Por qué es popular el ajiaco a la chilena?
- Ajiaco chileno vs. Ajiaco colombiano
- 2. Preparación y consistencia
- 3. Acompañamientos
- 4. Contexto cultural
- Ingredientes esenciales para preparar ajiaco a la chilena
- 4 Pasos para preparar el mejor ajiaco a la chilena
- 3 Consejos para hacer el mejor ajiaco chileno
- 3 Acompañantes del ajiaco a la chilena
Historia del ajiaco chileno
En el caso de Chile, este plato tiene sus raíces en la época colonial, cuando se popularizó como una preparación sencilla que aprovechaba los ingredientes disponibles.
Comenzó como un platillo ideal para revitalizar a los trabajadores y campesinos después de largas jornadas laborales.
Con el tiempo, también se consolidó como una comida popular para aliviar los efectos de una noche de fiesta, ganando reputación como un excelente «levanta muertos».
El ajiaco chileno se destaca por su conexión con la cocina criolla, caracterizada por la mezcla de ingredientes autóctonos con técnicas traídas por los colonizadores españoles.
La carne de res, las papas, las cebollas y los condimentos como el ají y el orégano, ingredientes fundamentales del ajiaco chileno, reflejan esta fusión culinaria.
¿Por qué es popular el ajiaco a la chilena?
Ha ganado popularidad a lo largo de los años debido a su sabor reconfortante, su versatilidad y su conexión con las tradiciones culinarias del país.
Estas son algunas razones que explican por qué este plato es tan querido en Chile:
1. Es una receta sencilla y reconfortante
El ajiaco es una opción ideal para cualquier momento del año.
Su base de carne, papas y especias ofrece un plato cálido y nutritivo, perfecto para los días fríos o como una comida reconfortante después de un largo día.
2. Tradición de aprovechamiento
Es un plato que aprovecha las sobras de carnes, especialmente de los asados.
Esta cualidad práctica resuena con los valores de muchas familias chilenas, que buscan evitar el desperdicio de alimentos mientras disfrutan de una comida deliciosa.
3. Un clásico «levanta muertos»
En Chile, es famoso como una cura popular para el cansancio o los efectos de una noche de celebración.
Su combinación de caldo caliente, carne y especias es ideal para revitalizar el cuerpo y recargar energías.
4. Un plato que une generaciones
Se transmite de generación en generación, reforzando los lazos familiares y las tradiciones.
Por lo general, cada familia tiene su propia versión. De forma que agregan un toque de originalidad a esta deliciosa receta chilena.
Ajiaco chileno vs. Ajiaco colombiano
A continuación, analizamos las principales diferencias y similitudes entre estas dos versiones de ajiaco:
1. Ingredientes principales
El ajiaco chileno se prepara principalmente con carne de res, papas, cebolla y especias como orégano, comino y ají.
Además, suele incluir sobras de carne de asados o guisos, lo que lo convierte en un plato de aprovechamiento.
Por otro lado, en el ajiaco colombiano su ingrediente estrella son las papas, especialmente variedades locales como papa criolla, papa sabanera y papa pastusa.
Asimismo, los colombianos añaden pollo, maíz, mazorca o choclo, alcaparras pequeñas y un toque al gusto de crema de leche. Incluye guascas, una hierba típica que aporta un sabor característico.
2. Preparación y consistencia
En el caso chileno, es un caldo ligero que prioriza el sabor de la carne y las papas con un toque de especias.
La preparación es rápida y sencilla, ya que no requiere ingredientes complejos ni técnicas elaboradas.
Ahora bien, el ajiaco colombiano tiene una consistencia más espesa debido a las papas que se deshacen durante la cocción.
Su preparación requiere más tiempo, especialmente por la cocción del pollo, las papas y la integración de los condimentos como las guascas.
3. Acompañamientos
Vale la pena destacar que el ajiaco chileno generalmente se sirve solo, como un plato principal reconfortante.
Sin embargo, puede acompañarse con pan o un toque de ají para realzar el sabor.
Entre tanto, el ajiaco colombiano va acompañado con una taza de arroz blanco, aguacate cortado en tiras, alcaparras pequeñas y crema.
También se sirve con mazorca entera que se sumerge en el caldo.
4. Contexto cultural
El ajiaco chileno es un plato típico de aprovechamiento y se asocia con comidas rápidas y prácticas, además de su reputación como «levanta muertos».
Resulta ideal para consumir en reuniones familiares o como un plato reconfortante después de celebraciones.
En cuanto al ajiaco colombiano, es un plato insignia de la región andina, especialmente se consume mucho en Bogotá.
Su preparación es más ceremonial y está asociado con celebraciones y reuniones especiales. Integra sabores complejos y una presentación gourmet.
Ingredientes esenciales para preparar ajiaco a la chilena
El ajiaco a la chilena es un plato sencillo y reconfortante que destaca por aprovechar ingredientes básicos y económicos.
Toma nota de los elementos esenciales para preparar este tradicional caldo chileno:
1. Carne de res (preferiblemente asada)
La recomendación es usar trozos de carne sobrantes de un asado o guiso, aunque también puedes usar carne fresca como lomo o posta.
2. Papas
Las papas son fundamentales para dar cuerpo al plato. Puedes cortarlas en rodajas gruesas o en trozos medianos, dependiendo de la preferencia.
3. Cebolla
No cabe duda de que la cebolla picada en plumas o finamente troceada agrega un toque de dulzura y profundidad al caldo.
4. Caldo o agua
La base del ajiaco a la chilena debe ser un caldo de carne, preferiblemente hecho con huesos de res, para realzar el sabor.
5. Ingredientes opcionales
Algunas recetas incluyen:
- Huevos: cocidos y agregados al caldo para un toque extra de proteína.
- Zanahorias: para añadir un toque dulce y colorido al plato.
- Ají verde o rojo: Ideal para quienes buscan un ajiaco más picante.
Estos ingredientes esenciales hacen del ajiaco chileno un plato nutritivo, sencillo y delicioso, ideal para compartir en familia o disfrutar en cualquier ocasión.
4 Pasos para preparar el mejor ajiaco a la chilena
El ajiaco a la chilena es una receta sencilla que se elabora en pocos pasos y con ingredientes básicos. Aquí tienes una guía detallada para preparar este delicioso plato:
Lo que debes tener a la mano en tu cocina:
- 500 g de carne de res (sobras de asado o carne fresca)
- 4 papas medianas
- 1 cebolla grande
- 4 tazas de caldo de carne o agua
- 2 cucharadas de aceite o manteca
- 1 cucharadita de orégano
- 1/2 cucharadita de comino
- Sal y pimienta al gusto
- Ají en polvo o en pasta (opcional)
- Perejil fresco para decorar (opcional)
Paso 1: Preparar los ingredientes
Carne: si usas sobras de asado, corta la carne en tiras delgadas o en trozos pequeños. ¿Es carne fresca? Cocínala previamente hasta que esté tierna y luego córtala.
Papas: pela y corta las papas en rodajas gruesas o trozos medianos.
Cebolla: pela y corta la cebolla en plumas finas.
Paso 2: Sofreír la base
En una olla grande, calienta el aceite o manteca a fuego medio.
Agrega la cebolla y sofríela hasta que se ponga transparente.
Incorpora el orégano, el comino y, si lo deseas, un toque de ají. Remueve para integrar los sabores.
Paso 3: Incorporar la carne, las papas, verduras y el caldo
Llegó el momento de añadir la carne a la olla y mezclar bien con la cebolla y las especias que hayas seleccionado. Ahora, cocina durante unos minutos para que tome sabor.
Lo que sigue es agregar las papas y revolver ligeramente por unos segundos.
A continuación, vierte el caldo de carne hasta cubrir todos los ingredientes que integraste anteriormente.
Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego hasta que esté listo.
Paso 4: Cocinar a fuego lento
Cocina el ajiaco durante unos 20-25 minutos hasta que todo esté bien impregnado del sabor del caldo.
Ajusta la sal y pimienta al gusto antes de retirar del fuego.
Una vez listo, sirve el ajiaco caliente en platos hondos.
Decora con perejil fresco picado, si lo deseas, e incluye los acompañantes típicos de la gastronomía chilena.
Este ajiaco es perfecto como plato principal para días fríos o como una comida reconfortante después de una jornada intensa.
3 Consejos para hacer el mejor ajiaco chileno
El ajiaco chileno es un plato reconfortante que puede destacar aún más si aplicas ciertos trucos en su preparación. Aquí tienes tres consejos para llevar tu receta al siguiente nivel:
1. Usa sobras de carne asada para intensificar el sabor
El ajiaco chileno tradicional se prepara con sobras de carne, especialmente de asados.
¿Por qué? Aportan un sabor ahumado y profundo al caldo que no se logra fácilmente con carne fresca.
2. Cocina las papas en el mismo caldo
Cocer las papas directamente en el caldo permite que absorban los sabores de la carne y las especias. Esto también le da más cuerpo y consistencia al caldo.
Usa una mezcla de papas firmes y harinosas para equilibrar la textura entre trozos enteros y un caldo ligeramente más espeso.
3. Ajusta el nivel de especias según tu gusto
El orégano, el comino y el ají son esenciales para el sabor característico del ajiaco chileno. Sin embargo, la clave está en equilibrarlos:
- Orégano: agrega una pizca extra para un aroma más intenso.
- Ají: incorpora ají fresco o en pasta si prefieres un toque picante.
- Pimienta: úsala recién molida para realzar los sabores del caldo.
3 Acompañantes del ajiaco a la chilena
Aquí te dejamos tres opciones clásicas que complementan a la perfección este delicioso caldo:
1. Pan amasado o marraqueta. El pan amasado casero o una marraqueta recién horneada son los acompañantes más tradicionales del ajiaco chileno.
2. Pebre chileno. Este clásico acompañamiento hecho de tomates, cebolla, ají, cilantro y limón añade frescura y un toque de acidez al plato.
3. Ensalada chilena. Una mezcla simple de tomate, cebolla en pluma, cilantro y un toque de aceite de oliva.